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Una cadena de electrónica vende móviles de 700 euros a 120 por un error tipográfico y tiene que asumir el coste

Una sentencia da la razón a los clientes que compraron móviles muy por debajo del precio de mercado aprovechando un error a la web

Un cliente de Huawei.

Un cliente de Huawei.EFE

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La FNAC ha perdido la pugna judicial por los móviles de casi 700 euros que, por error, puso en venta poe sólo 120.

El 27 de octubre de 2019 FNAC anunció en su página web un terminal de la marca Huawei P30 por un importe de 124,90 euros para sus socios y de 139,90 para el público en general, que fueron adquiridos por internet por los reclamantes, pero posteriormente, y después de una primera confirmación de compra, les cancelaron el pedido alegando un error en la indicación del precio de venta del terminal, ya que su precio era de 699,90 euros. Fueron casi 13.000 los consumidores que vieron cómo les cancelaban el pedido. Los que  no estuvieron de acuerdo  reclamaron en el establecimiento el pedido al precio ofrecido a la página web y como no lo consiguieron, pidieron un arbitraje de consumo.

En este proceso, la FNAC argumentó que era un "error tipográfico", que se había comunicado rápidamente cancelando los pedidos y devolviendo el dinero. La empresa alegó que la diferencia de precio era tan desproporcionada que cualquier consumidor medio se podía dar cuenta del error.

Pero la Junta Arbitral de Consumo española dio la razón a los clientes. La FNAC les tenía que dar el móvil al precio de oferta y, ante la falta de stock, uno similar o superior, sin ningún incremento de coste. En cambio, otros juzgados y organismos arbitrales dictaminaron a favor de la empresa, que llevó el caso al Tribunal Superior de Justicia de Madrid, alegando falta de imparcialidad e independencia.

Ahora, este tribunal ha confirmado el laudo de la Junta Arbitral con el argumento que no hay motivos para anularlo porque no se da ninguna de las causas establecidas legalmente. En la causa, la Unión de Consumidores valenciana defendió que la FNAC tenía que cumplir la oferta de la web, aunque el precio fuera un error. La sentencia no admite recurso y obliga a la FNAC a pagar las costas procesales.

 
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