¿De dónde proviene la leyenda de Sant Jordi?
Cada 23 de abril nacen diferentes representaciones de todo tipo, que explican la famosa historia de Sant Jordi, patrón de Cataluña. ¿Pero de dónde proviene esta leyenda?
La leyenda de Sant Jordi cuenta con más de 2.000 años de historia y en todos estos años ha estado notablemente desvirtuada la figura del Santo y su leyenda. Esta historia de la figura del caballero Sant Jordi, arranca con las persecuciones cristianas durante el imperio romano, intervienen las cruzadas, uno de los libros más difundidos de la edad media.
Por una parte, estaba la vida del santo, el cual era un militar romano del siglo III de origen griego convertido al cristianismo y muerto en martirio por no haber querido abjurar su fe. La historia del personaje principal es muy discutida, pero el que si se sabe, es que los hechos pasaron en el Oriente Medio y se extendió el culto.
Pero no fue hasta el siglo XIII, cuando aparece la leyenda en que se incluyen los episodios de Sant Jordi, la princesa y el dragón, dentro de la Leyenda áurea, escrita por el fraile dominico Iacoppo da Varazza, el cual fue un auténtico best-seller medieval. En esta obra, la Leyenda áurea, se explican las vidas de más de un centenar de santos, entre las cuales hay la de Sant Jordi.
Este libro tuvo una gran influencia y se difundió por toda Europa, además el impulso de la Leyenda áurea se alargó durante toda la edad media y fue fuente de inspiración de varios escritores y artistas. A raíz de este libro, el personaje de Sant Jordi protagoniza numerosas leyendas guerreras, como la toma de la ciudad de Alcoy y más versiones en qué Sant Jordi lucha a favor de condes catalanes y los reyes de la Corona de Aragón.
Pero la versión que llegó al siglo XIX, la más parecida al actual, fue documentada por el folkorista Joan Amades en el Costumari Català, la cual presenta una serie de rasgos que son únicos de la versión catalana, fruto de un proceso lento de adaptación que duró siglos.
Nuestro relato de la leyenda de Sant Jordi, no pasa en Silene (Libia), donde lo situó Iacoppo da Varazza, sino en Montblanc, y en algunas versiones incluso en Rocallaura.