Televisión
"Cesta y puntos", canastas televisivas al saber
En la segunda mitad de los 60 este concurso arrasó en audiencia entre los adolescentes de este país
En la segunda mitad de los 60, ahora se cumplen 55 años de su estreno, un concurso titulado "Cesta y puntos" arrasó entre la audiencia, preferentemente adolescente, aunque acabaron apuntándose padres, abuelos y demás familia, de la única televisión en este país y en rabioso blanco y negro. Se trataba de "Cesta y puntos" que se emitía cada sábado, después de la película de la sobremesa, y que estaba centrado en los estudiantes de bachillerato de los colegios e institutos españoles.
La trama del programa de TVE, que se prolongó durante cinco temporadas, era la de enfrentar a centros escolares, como si de un partido de baloncesto se tratase, a través de diferentes eliminatorias hasta llegar a una gran final que proclamaba al campeón. Se potenciaba, por un lado, la cultura académica y por otro, al incipiente deporte del baloncesto que intentaba abrirse camino en España en un campo dominado por el fútbol.
Cada programa era un partido al que se presentaban dos equipos que competían entre sí ataviados con los chándales representativos de su centro escolar y con público animando en las gradas (la final siempre se trasladaba del plató a un pabellón, preferente el del Palacio de los Deportes de Madrid) que iban contestando a una batería de preguntas de las diferentes materias educativas del bachillerato. Cada equipo constaba de cinco jugadores (a banda de los suplentes que podían entrar en liza en cualquier momento) con un pívot, dos defensas y dos delanteros. La pregunta debían contestarla, en primera instancia, los delanteros; luego si estos no la sabían los defensas, y finalmente el pívot (con dos puntos en juego) i si todos fallaban intervenía el pívot del equipo contrario que podía anotar a su favor.
El programa estaba presentado por un todo terreno televisivo, procedente de la radio, llamado Daniel Vindel (1932-1996) ayudado por un trio arbitral, responsable de las preguntas y dar validez a las respuestas, encabezado por su esposa en la vida real, la también radiofonista Aurora López Clemente. Daniel Vindel, con muchos galardones en su haber, trabajo preferentemente en espacios deportivos (fue la voz del hipódromo de La Zarzuela o Lasarte, en verano, cuando se retransmitía en directo la temporada hípica) para retirarse en 1991 con el también popular "Juego sin fronteras" junto a una jovencísima Isabel Gemio.
Cabe recordar que en "Cesta y puntos" participó, en una de sus ediciones, el colegio Episcopal, representando a Lleida, aunque cayó eliminado en primera ronda.