Rocío Carrasco narra la terrible paliza que sufrió de su hija
Telecinco reanudó este miércoles la emisión de la docuserie Rocío: contar la verdad para seguir viva con uno de los episodios más duros hasta la fecha, pues mostró la parte en la que Carrasco relató la paliza que le dio su hija, Rocío Flores. El programa ha eliminado, a petición de la propia Carrasco, 11 minutos demasiado duros.
Pero antes de llegar al momento de la brutal agresión, Carrasco contó cómo la joven ejerció otras formas de violencia sobre ella. "Hija de puta, me dan asco tus besos, al cuarto se va a ir tu madre enterrada..." son algunos de los insultos que, según Carrasco, le profirió su hija. Recordó también que no estaba siempre así, pero que cuando tenían un momento de mínima complicidad, la joven reaccionaba aun con más agresividad, pues no se permitía sentir nada bueno por la madre.
Poco antes de la paliza, Carrasco recibió una llamada de su abogado en la que le avisaba de que su hija había testificado haber sufrido maltrato verbal y físico por parte de su madre como estrategia previa para que le dieran la custodia de los hijos a Antonio David Flores de manera urgente. "Había dicho que le decía que estaba gorda, que no le daba de comer o que le daba bofetones", recordó. Pero el trámite no salió adelanto y Rocío Flores volvió a la casa de su madre. En una ocasión, Carrasco explica que la encontró fumando en su habitación cuando le corrigió por ello. "La próxima vez lo hago contigo y quemo la casa contigo dentro" dijo Rocío Flores tras apagar el cigarro contra el colchón.
La protagonista del documental también contó cómo una noche se encontró a su hija en su despacho fotografiando documentos de su madre.
Finalmente, llegó el momento del duro episodio de la agresión que recibió por parte de su hija en 2012, que se desencadenó después de que le recomendase tomar una ciruela: "Me cruzó la cara de lado a lado. Empezó a pegarme, pero mientras lo hacía va gritando ‘¡no me pegues!’ ‘¡no me pegues!’ y yo la miraba ahí y era ella la que me estaba pegando a mí. A mí me pasó como una película por mi cabeza. Yo sabía que eso obedecía a algo que no era normal". "Después de la paliza, mi hija se asusta, sale corriendo y se saca un móvil. No sé de dónde. Llama a su padre y le dice: 'Papá, ya está hecho".