ENTREVISTA INVESTIGACIÓN
«El Bus de la Salut salva vidas y ahorra en gasto sanitario»
Es gaditana, pero Elvira Fernández se siente “una leridana más” después de más de treinta años ejerciendo de nefróloga en el Hospital Arnau, primero como adjunta, después jefa de servicio, catedrática en la UdL y directora del IRBLLeida, entre otros cargos. Una vez jubilada, se ha instalado en Barcelona, pero está al día de lo que pasa en Ponent “porque me interesa”. Además, sigue vinculada con el territorio desde el Bus de la Salut, una iniciativa “pionera, única”, que ve amenazada su financiación por el parón que supuso la pandemia.
La pandemia ha puesto de manifiesto la fortaleza del sistema sanitario... y sus puntos débiles.
La crisis económica y los recortes fueron deteriorando el sistema sanitario catalán, ya lo advertíamos desde hacía años. Muchos centros hospitalarios tienen tecnología obsoleta que debe renovarse.
No quería hablar de política, pero si tuviéramos la financiación en Salud que tiene el País Vasco tendríamos alrededor de 2.500 millones de euros más al año. En resumen, que estamos infrafinanciados y esto a la larga se nota y cuando hemos sufrido un estrés en el sistema sanitario como el que ha provocado la pandemia lo hemos pasado mal.
Hemos tenido capacidad de reacción porque hay un capital humano de profesionales que ha sabido mantener el nivel, pero hay que poner el foco en conseguir más financiación.
Los primeros meses de pandemia ni siquiera había equipos de protección para el personal sanitario.
Pero nunca se dejó de atender a nadie, porque iría contra la naturaleza de nuestra profesión. Hemos tenido también el problema que no hemos podido tomar nuestras propias decisiones. Nuestros políticos se han tenido que sentir muy impotentes. Pero pese a esta fricción, este drama sanitario se está gestionando de la mejor manera posible. Y ahora que estamos con un ritmo de vacunación bueno, hay que ser optimistas.
¿Que en menos de un año tuviéramos vacunas evidencia la necesidad de invertir en investigación?
¡Espero que sí! Se ha podido comprobar que si se incentiva la colaboración entre grupos de investigación se pueden lograr muchas cosas. Tenemos diversidad de vacunas, y todas eficaces. Ahora lo importante es que lleguen a todo el mundo. No estaremos seguros hasta que todo el planeta tenga acceso a las vacunas. No es una solo una cuestión de solidaridad, es que si no lo hacemos vamos a tener siempre el riesgo de nuevos brotes. O sea que incluso por egoísmo tenemos que trabajar para que el acceso a las vacunas sea lo más equitativo posible.
¿Los políticos entienden que los resultados en investigación no suelen llegar a corto plazo?
Los plazos políticos son muy cortos y la mirada nunca es larga ni en investigación ni en prevención. Todo lo que no tenga un resultado inmediato no se ve con interés. A nosotros nos pasa esto con el Bus de la Salut. En prevención no se ven los resultados a corto plazo. Si eres hipertensa, o diabética, o tienes una enfermedad renal crónica no solo puedes morirte en 'x' años, sino que necesitarás una hospitalización que tendrá un alto coste sanitario. Pero ese ahorro en vidas y en gasto sanitario no es inmediato después de aplicar las medidas de prevención.
El Bus de la Salut es una iniciativa pionera que hace de la necesidad virtud y en una provincia con un evidente desequilibrio territorial lleva un equipamiento sanitario avanzado a poblaciones alejadas de los hospitales.
Un ciudadano que tiene un infarto en un pueblo del Prepirineo no tiene las mismas posibilidades de salvarse que uno de Lleida ciudad o uno que viva al lado del Clínic en Barcelona. Esto es así.
Tenemos que ser creativos. La telemedicina y las unidades móviles son nuestras aliadas.
El Bus de la Salut elabora un diagnóstico precoz de una serie de enfermedades crónicas del área cardiovascular que son, realmente, pandemias porque la hipertensión, la obesidad o la diabetes son verdaderas pandemias en la sociedad occidental. El diagnóstico precoz es muy importante porque llega cuando los pacientes son asintomáticos.
En el Bus de la Salut hemos podido identificar a pacientes que no sabían que tenían estas patologías. Por ejemplo, hemos diagnosticado 2.731 prediabetes, en una etapa tan temprana que se puede evitar la llegada de la diabetes.
Hemos diagnosticado hipertensión en 1.887 pacientes que no sabían que eran hipertensos. Hemos podido detectar también a otros 4.540 que tenían un colesterol elevado...
¿Esto qué significa? Pues salvar vidas y un ahorro importante en el gasto sanitario, porque algunas de estas dolencias, como el ictus, cuando no matan pueden invalidarte. Todo esto es un gasto enorme para la sociedad.
Porque aunque sepamos que hay que llevar hábitos saludables, si no se es consciente de que tenemos una enfermedad...
El conocimiento por parte del individuo hace que modifique los estilos de vida con el apoyo del sistema de la atención primaria. Esto es salud pública.
Tenemos que llegar antes de que haya que acudir al sistema sanitario intervencionista. Hemos estudiado a 8.300 individuos y sabemos que la adherencia a la dieta mediterránea es baja en la mitad de esta población y muy baja en casi el 40% de estas 8.300 personas.
Sabemos, también, que 5.000 de estas 8.300 a las que hemos encuestado tienen una actividad física baja. El 42% tiene sobrepeso y obesidad en el 36%, y un índice de fumadores activos de un 30%.
Todo esto son bombas de relojería y nuestra lucha es para que no exploten. Pero pese a que es un proyecto pionero, único, nos cuesta llegar a las fuentes de financiación.
Y eso que esta base de datos es un patrimonio científico de Lleida en el que están trabajando nueve grupos de investigación que publican en revistas internacionales de prestigio, y a esto le queda todavía mucho recorrido. El Bus es caro, obviamente, pero hemos hecho tantos kilómetros que es como si hubiéramos dado dos vueltas y media a la Tierra, y todo eso es una gran inversión, una apuesta científica de la que estar orgullosos como leridanos.
¿Tienen problemas de financiación?
El proyecto tenía que haber acabado a finales del 2021, pero impactó la pandemia y tuvimos que suspender la actividad durante un año. Bueno, de hecho ese año no estuvimos quietos, porque pusimos el Bus a disposición del sistema de salud sin coste para el sistema sanitario. Pero, lógicamente, hemos perdido ese año de la pandemia y necesitamos una prórroga para acabar de estudiar los 1.300 casos que nos han quedado pendientes. Confiamos en que la Diputación lo entienda y recuperemos la financiación. Nos preocuparía enormemente que después de toda la inversión y de todos los datos no pudiéramos finalizar el proyecto.
¿Qué ha significado el IRBLleida para Elvira Fernández?
El IRBLleida es un lujo, un privilegio. A Lleida se la conoce por la producción agroalimentaria, pero hay otra riqueza, que es la del conocimiento, que también la tenemos. Y el conocimiento es el motor que hace desarrollarse a los países.
¿Es más difícil para una mujer ser científica?
Cuando te dedicas a la investigación es complicado compaginar vida personal y profesional, porque necesitas invertir muchas horas. Yo lo he podido hacer porque la gente a mi alrededor, fundamentalmente mi pareja, me ha apoyado, pero muchas mujeres se autolimitan. Pero también es una cuestión de actitud personal. Nunca he dejado que me pisen un callo. Hay actitudes prepotentes por parte de algunos, por suerte no de todos, que se tienen que contrarrestar.