Críticas a las "insolidarias" fiestas masivas y llamamiento a la autorresponsabilidad
El director de los Mossos d'Esquadra, Pere Ferrer, ha lamentado la "irresponsabilidad" por parte de una minoría "insolidaria" que anoche celebró el fin del toque de queda en fiestas masivas sin mascarilla y ha pedido autorresponsabilidad, porque "el riesgo no es ser multado, sino contagiarse".
Miles de personas salieron anoche a la calle en Catalunya, especialmente en Barcelona, para celebrar el fin del toque de queda nocturno, en fiestas que en algunos puntos derivaron en botellones masivos, sin distancia de seguridad ni mascarilla, ante lo que la Guardia Urbana desalojó a unos 6.500 jóvenes de las playas y los Mossos a centenares de congregados en el paseo de Lluís Companys.
En declaraciones a Efe, Pere Ferrer ha indicado que, por lo general, la noche se saldó en Catalunya sin incidencias destacadas, aunque ha lamentado que en la primera noche sin toque de queda se hayan visto imágenes protagonizadas por "irresponsables" e "insolidarios" que no respetaron las medidas básicas para evitar el contagio del coronavirus.
"El riesgo no es que la policía te multe, el riesgo es que te contagies y que contagies a otras personas", ha apuntado Ferrer, que ha pedido precaución para que no se cronifiquen ni repitan en los próximos días imágenes "muy preocupantes" como las que ayer se registraron en una treintena de puntos de la capital catalana.
Ferrer ha puntualizado que la gente que ayer salió a la calle en Catalunya fue una minoría, en una comunidad con siete millones y medio de ciudadanos, por lo que fueron "muy pocos" los que decidieron hacer anoche un "acto de irresponsabilidad mayúsculo".
"La gente que ha estado sufriendo y que sigue sufriendo no se merece escenas como estas. Las personas que están al pie del cañón, los sanitarios y los equipos de emergencias, los que han sufrido víctimas en su familia, los ingresados en los hospitales, no se merecen este tipo de imágenes", ha insistido.
Los Mossos y las policías locales diseñaron anoche un dispositivo, como el de una verbena de Sant Joan o de Fin de Año, para evitar celebraciones masivas por el fin del toque de queda, aunque ya anunciaron que su objetivo era la prevención y la pedagogía, más que las sanciones.
"Lo que ha pasado, sabíamos que pasaría, la primera noche no se ha podido evitar por culpa de unos irresponsables e insolidarios", ha apuntado Ferrer, que ha indicado que espera que la situación "vaya a la baja".
Una vez finalizado el estado de alarma se entra en una fase en que debe primar la "autorresponsabilidad" de los ciudadanos, ya que la normativa no fija tantas limitaciones, por lo que el propio control es ahora "más estratégico que nunca".
El director de los Mossos ha apuntado que el dispositivo policial, que logró disolver sin incidencias algunos de los puntos de fiesta más multitudinaria, no se vio desbordado, y ha circunscrito las aglomeraciones en Barcelona, porque en el resto de Catalunya fueron casos menores, de no más de un centenar de personas en Girona, Lleida o Cambrils (Tarragona), por ejemplo.