SALUD DERECHOS
El aborto quirúrgico llega a Lleida
Protesta de colectivos feministas a favor el derecho al aborto en Lleida, en diciembre del año pasado.
Las leridanas ya podrán abortar entre la semana 9 y la 14 de gestación en la clínica Mi NovAliança de Lleida, que se convertirá en el primer y único centro de la provincia de Lleida en ofrecer este servicio después de que la Generalitat finalmente no haya llegado a un acuerdo con Vithas. Después de más de seis meses de trabajo para autorizar la práctica de interrupciones voluntarias del embarazo con el método quirúrgico, el departamento de Salud anunciará hoy el “inminente” inicio de la prestación en este centro privado.
Los colectivos feministas de la demarcación llevan años denunciado la falta de opciones de aborto voluntario tanto en el llano como en el Pirineo, lo que propició que la Generalitat autorizara este año al Hospital Comarcal del Pallars, en Tremp, y ea Hospital de Cerdanya a practicar abortos por la vía farmacológica en los primeros dos meses de gestación. .
En cuanto al nuevo servicio que ahora se estrenará en Lleida, los colectivos Marea Lila y Dones Lleida definieron como “buena noticia” el hecho de que por fin las mujeres que desean interrumpir su embarazado a partir de la novena semana no tengan que desplazarse a Barcelona, Girona y Tarragona, si bien explicaron que “seguiremos luchando para que este servicio se ofrezca en los hospitales públicos”. En este sentido, Dones Lleida criticó que, aunque para la paciente sea gratuito, “el trabajo de la Generalitat no era externalizar y privatizar este derecho fundamental de las mujeres” y animó a la administración a ponerse en contacto con el Colegio de Médicos de Lleida “para consultar cuántos profesionales verdaderamente constan como objetores de conciencia.
No nos creemos que en el Arnau haya 29 ginecólogos que se niegan a practicar abortos y, si no se implanta este servicio en el hospital público, es por falta de recursos y de voluntad política”. Tanto Marea Lila como Dones Lleida aseguraron que “el acceso al aborto tiene que ser una prestación de proximidad y con la clínica de Lleida sigue sin resolverse el problema del Pirineo, cuyas mujeres tendrán que recorrer muchos kilómetros para interrumpir su embarazo. Todo ello contribuye a la estigmatización del aborto”.
