Un 18% de niños de 3 a 10 años toma habitualmente bebidas energéticas
Un 10% de adolescentes son consumidores crónicos de este tipo de productos
El consumo de bebidas energéticas ha experimentado un aumento sustancial durante las últimas décadas alcanzando, en España, el 2 % del total de bebidas refrescantes, según el Informe sobre los riesgos asociados al consumo de bebidas energéticas de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), presentado por el ministro de Consumo Alberto Garzón.
Uno de los principales escollos para regular el consumo de estos productos es que la definición de lo que es o no considerado "bebida energética" no está recogida específicamente en la normativa y se engloba dentro de las bebidas refrescantes. Tampoco existe una regulación de los ingredientes permitidos, sus concentraciones máximas o sus posibles combinaciones. Por ello, el Ministerio de Consumo, a través de la Agencia, abordará un plan de información a consumidores sobre la composición y los posibles riesgos que conlleva la ingesta de bebidas energéticas en cantidades no recomendadas. La cafeína es el ingrediente principal de estas bebidas, pero además se acompaña de otros ingredientes activos (taurina, L-carnitina, D-glucurono-γ-lactona, vitaminas e incluso ingredientes a base de plantas como ginseng, guaraná y ginkgo, entre otros) lo que genera una gran heterogeneidad en la información al consumidor en el etiquetado.
Mientras crece la popularidad de estas bebidas como productos antifatiga entre los adolescentes y otros grupos vulnerables, aumenta la preocupación por la evidencia de sus efectos negativos sobre la salud y su consumo en circunstancias no recomendables. Los resultados del estudio indican que la prevalencia de consumo de bebidas energéticas en la población adulta (18-65 años) española es del 31 % (30 % en Europa), correspondiendo el 16 % a consumidores crónicos. Entre los adolescentes españoles (10-18 años), la prevalencia es del 62 % (68 % en Europa), siendo el 10 % catalogados como consumidores crónicos. Destaca el elevado consumo de este tipo de bebidas entre los niños (3-10 años), dado que, si la prevalencia en el conjunto de la Unión Europea es del 18 %, en España llega a alcanzar el 26 %.
El Ministro Consumo, Alberto Garzón, ha expresado su intención de revisar la situación de las bebidas energéticas en la legislación actual de seguridad alimentaria, ante los potenciales riesgos para la salud que conlleva el consumo de este producto. Este estudio revela que una persona que consuma más de 1,4 miligramos de cafeína por kilo de peso al día puede sufrir insomnio y reducción de la duración del sueño. Si esta ingesta se eleva a 3 miligramos, puede implicar riesgos cardiovasculares y hematológicos, neurológicos y psico-comportamentales.Teniendo en cuenta que los envases más habituales de este producto contienen 32 miligramos de cafeína por cada 100 mililitros, el Comité Científico de la AESAN remarca en su informe los potenciales riesgos para la salud que conlleva la ingesta del producto en envases de 300 a 500 mililitros que se comercializan en la actualidad.
El informe científico también pone de manifiesto el riesgo de interacción con los medicamentos, así como de la presencia de otros componentes con principios activos naturales como el ginseng o el gingko, con ingesta contraindicada en periodos de embarazo y la lactancia. En el caso del ginseng, también en la infancia y adolescencia. Además, el consumo de las bebidas energéticas no está recomendado para niños ni mujeres embarazadas o en período de lactancia, según la normativa europea de información al consumidor.
AESAN considera que es necesario informar adecuadamente a la ciudadanía para el consumo seguro de estas bebidas, así como establecer contacto con los fabricantes de productos energizantes para abordar el adecuado cumplimiento de la información proporcionada al consumidor y la publicidad y promoción de estos productos. Es importante recordar que según el Reglamento UE información al consumidor ya es obligatorio, si la concentración es superior a 150 mg cafeína/l la inclusión de la advertencia en el etiquetado del producto: “Contenido elevado de cafeína: No recomendado para niños ni mujeres embarazadas o en período de lactancia”.
AESAN se ha comprometido a emitir unas recomendaciones específicas para el consumo de estas bebidas que, junto con programas de comunicación y educación, tendrán el objetivo de aumentar el conocimiento de la población de los riesgos para la salud asociados a estos productos, de forma particular en grupos poblaciones de mayor riesgo (niños/as y adolescentes), y especialmente por su combinación con bebidas alcohólicas.