SALUD ENTIDADES
Integración pese a los trastornos
El Servei de Rehabilitació Comunitària de Lleida consigue que personas con enfermedades mentales sean independientes || Con 90 usuarios, cada vez más jóvenes, pero los reingresos son casi nulos
Una de cada cuatro personas puede sufrir una enfermedad mental y volver a la vida en sociedad, tras ser diagnosticada de un trastorno mental severo, no es fácil pero tampoco imposible. Y conseguirlo es lo que hace en Lleida el Servei de Rehabilitació Comunitària de Gestió de Serveis Sanitaris (GSS).
Funciona desde hace 27 años y la tasa de reingreso en un hospital es inferior al 1%. Ahora ha doblado sus plazas de jornada completa de 30 a 60 y atiende a 90 personas de 18 a 65 años, que cada vez son más jóvenes.
Estas personas tienen afectaciones en su día a día, en sus funciones cognitivas y en su estado emocional
“Son pacientes con trastornos psicóticos, de personalidad, del estado de ánimo, entre otros, que necesitan rehabilitación”, explicó la coordinadora del servicio, Carme Serret, que añadió que “somos la palanca que les ayuda a ser independientes haciendo actividades en comunidad y, por ejemplo, participando en proyectos de la Universitat o del Orfeó, además de practicar aquagim y escalada con un plan individual”. Serret señaló que la enfermedad mental afecta, por un lado, a la funcionalidad.
“Les puede costar llevar una estructura horaria, a relacionarse con la gente o les impide salir a la calle, por lo que corregimos estas funciones del día a día”. También tiene incidencia en las funciones cognitivas como la concentración y la memoria y, por último, hay una afectación emocional.
“Intentamos que acepten la enfermedad y pasen por un duelo para trabajar su autoestima, así como saber manejar la ansiedad”. Así, la coordinadora destacó que “trabajamos con psicología positiva para potenciar sus fortalezas”.
Asimismo, manifestó que ha aumentado la atención a jóvenes de 20 a 30 años por cuadros ansiosos, depresivos y de estrés. “Es muy importante que no queden enquistados y normalizar estas enfermedades”. De hecho, señaló que la pandemia “nos ha hecho entender que todos somos vulnerables”.
las claves
Entorno comunitario. El servicio es un espacio terapéutico en el entorno comunitario. Pretende implicar a la persona en su proceso de rehabilitación para desarrollar un proyecto de vida en la comunidad. Los usuarios son los protagonistas de su vida.
Plan individual. Se organiza un programa para cada usuario a través de distintas áreas: clínica, cognitiva, emocional, social, salud y familia.
Objetivos. Promover la autonomía de estas personas apoyando sus decisiones, se les dota de herramientas para mantener su autonomía y estabilidad clínica y se les facilita la reinserción social y laboral.
Menos recaídas. Este apoyo evita que las personas tengan recaídas y reingresen.
Normalización. Una de cada 4 personas puede padecer una enfermedad de salud mental y con la pandemia se ha agudizado, por lo que hay que normalizar estas dolencias.