Futuros guardianes del medio ambiente

Este fin de semana el ayuntamiento de Lleida celebró el Aplec del Riu, con motivo de la conmemoración del Día Mundial del Medio Ambiente, en el que organizó una serie de actividades deportivas, culturales, históricas y naturalistas alrededor del río Segre y sobre las distintas especies que habitan en espacios periurbanos. A lo largo de las dos jornadas se hicieron visitas al patrimonio histórico como la acequia de Torres o el Molí de Sant Anastasi de La Bordeta, rutas en bicicleta hasta los Aiguamolls de Rufea, así como actividades de observación e investigación de la fauna y flora del río y su entorno.

Todas ellas iban destinadas a mayores, pero sobre todo a pequeños, para concienciarles en el cuidado del medio ambiente. 

Para ello, ayer, en el parque de la Mitjana, se leyeron cuentos junto al río, hubo espectáculos de títeres y se organizaron varios juegos, donde los menores tuvieron que pescar distintas especies y adivinar cuáles eran autóctonas o invasoras, como el cangrejo de río americano; hacer un puzzle de las partes del cuerpo de pájaros y adivinar su alimentación o jugar al memory para conocer las especias que viven en un río y “eliminar” los elementos que no debe haber en él, como restos de basura. La jornada se cerró con un concierto al aire libre en el parque.

El teniente de alcalde de Transición Ecológica, Sergi Talamonte, defendió la lucha contra el cambio climático, que provoca que haya menos lluvias, y confió en conseguir más caudal para el río, hecho que favorecería a la fauna y eliminaría materia orgánica. También apostó por seguir extendiendo la recogida selectiva de residuos puerta a puerta y que Lleida siga líder en energía fotovoltaica para el autoconsumo.

Aprender con juegos qué está permitido o prohibido en el medio

La familia Valgañón Bertrán fue una de las decenas que ayer acudieron a la Mitjana a descubrir los espacios naturales a través de los juegos. Roger, mientras jugaba a los bolos, aprendía qué es lo que no se puede hacer en el bosque. “No se puede hacer fuego, dejar a los perros sueltos, arrancar flores ni romper el mobiliario y, sobre todo, tirar restos de basura al suelo”. Mientras, su hermana Laia aprendió qué es lo que sí se puede hacer. “En la Mitjana se puede ir en barca, en bici, observar los pájaros con prismáticos, hacer fotos y jugar al escondite”.