Imprescindibles para salvar vidas

“Hemos sido, somos y seremos imprescidibles”, fue el lema del Día Mundial del Donante de Sangre celebrado ayer en Catalunya que, por primera vez, acogió el Parlament en un acto institucional para reconocer la labor de los profesionales y las entidades pero, sobre todo, de todas las personas anónimas que se han convertido en imprescindibles para salvar vidas. Un homenaje que puso de valor que a pesar de la pandemia por la Covid-19, nunca ha faltado sangre en los hospitales catalanes.

Prueba de ello es que 517 leridanos que han tenido que ser hospitalizados a causa del coronavirus han necesitado recibir una transfusión de sangre. Más de 7.000 en toda Catalunya.

Es el caso de Salvador Minguella, un vecino de Les Borges Blanques, que estuvo 40 días en la UCI y que necesitó recibir sangre a causa de la complicación de su estado.

En las comarcas leridanas, durante el año pasado se hicieron un total de 16.489 donaciones de sangre que han servido para 3.554 pacientes. De estos, 517 eran enfermos contagiados por la Covid-19 en el momento de la transfusión. El Banc de Sang i de Teixits señala que, aunque la enfermedad no está ligada a la necesidad de sangre, para algunos casos determinados una transfusión es vital. El contagio por coronavirus puede desestabilizar las enfermedades de base de algunos pacientes, como las anemias, y generar complicaciones en su salud. Un 15% de las transfusiones deben ir destinadas a pacientes con estas características.

La jornada sirvió para hacer un llamamiento a la donación, ya que se siguen necesitando reservas a pesar de que en las últlimas semanas las transfusiones en los hospitales han subido un 15% respecto a 2019. En el acto de homenaje en el Parlament, se reconoció a diferentes entidades y ciudadanos que recibieron la distinción en nombre de todos los donantes de Catalunya. Entre los presentes estuvo la doctora Toñy Castillo, directora del Aula Hospitalària del Arnau de Vilanova. Asimismo, Lleida y otros municipios como Alcarràs, Almacelles, Solsona o Alpicat iluminaron de rojo edificios emblemáticos en solidaridad con este gesto altruista que salva vidas.

Santiago Minguella: «Lo que han hecho por mí en el Arnau no tiene precio»

Este vecino de Les Borges Blanques, de 58 años, se emociona al recordar su paso por el Arnau de Vilanova tras contraer hace unos meses la Covid- 19. Emoción por superar la enfermedad, con importantes secuelas, y la atención que ha recibido por parte de los profesionales desde el primer momento. “Lo que han hecho por mí no se puede pagar. El trato recibido ha sido inmejorable. Me han salvado la vida”, explica a SEGRE. Un gesto que también agradece a las donaciones de sangre, ya que tuvo que recibir transfusiones mientras estuvo ingresado en la UCI, donde permaneció 40 días. “Me dijeron que estuve muy mal. De hecho, mi familia se despidió de mí dos veces, pero al final, salí”, explica. Minguella, que todavía se recupera de las secuelas que le ha dejado la enfermedad, señala que contagió a sus padres, de 92 y 88 años, a su hermana, a su hija y a un trabajador y que mientras estuvo en el hospital perdió 20 kilos. “Hasta que no pude moverme con caminador no me dejaron ir a casa. La recuperación es lmuy enta y no puedo hacer todo lo que hacía antes, pero estoy agradecido por haber podido superar la Covid”, remarca.