¿Qué hacer contra la picadura de la mosca negra?
La mosca negra ha intensificado su presencia en España hasta llegar a la categoría de plaga, aunque al contrario de lo que se cree no es una especie invasora sino autóctona. Cada año, con la llegada de las altas temperaturas, el número de personas que acuden a los servicios sanitarios víctimas de la picadura de este insecto es cada vez mayor.
Este fenómeno se observa en Lleida sobretodo en barrios próximos al Segre, ya que los ríos con plantas acuáticas son uno de sus hábitats predilectos. Así, la canalización del río o La Mitjana son lugares donde abunda este insecto. Cada año se llevan a cabo actuaciones para minimizar su impacto entre la población pero se trata de una plaga difícil de combatir.
Como medidas de precaución se recomienda utilizar repelentes como el DEET o biocida citriodiol y evitar pasear cerca de los cauces de los ríos s a primera hora de la mañana y de la tarde o hacerlo con prendas que tapen piernas y brazos. También se puede instalar mosquiteras en casa en los barrios cercanos al río.
La picadura de la mosca negra es en realidad un mordisco, ya que su boca tiene forma de sierra, con la que realizan una herida en la piel en la que inoculan saliva, dejando de recuerdo un punto rojo central acompañado de inflamación. En caso de picadura, hay que evitar rascarse la herida y aplicar un producto calmapicaduras. Se puede valorar el uso de antiinflamatorios, antihistamínicos o corticoides, según los síntomas y características. En caso de observarse reacciones alérgicas como hinchazón en los labios o dificultad al tragar, hay que acudir a Urgencias.
El factor más positivo de la mosca negra es que no suele ser transmisora de enfermedades graves.