Tocando contra la lluvia

Tenía que ser al aire libre, en la plaza de la Sardana de la Seu Vella, pero la meteorología obligó a celebrar la Festa de la Música de Lleida bajo cubierto. Con conciertos en la nave central de la antigua catedral y también en el Castell del Rei, más de 300 alumnos de una decena de escuelas de música de la capital del Segrià cumplieron con esta conmemoración internacional que se celebra cada año en torno al 21 de junio, coincidiendo con el primer día del solsticio de verano.

Un ‘saludo’ musical a la estación veraniega que creó Francia en 1982 y que, desde entonces, se ha internacionalizado en más de 250 ciudades de todo el mundo. Después de la interrupción obligada del año pasado por la pandemia, Lleida recuperó ayer la costumbre, con actuaciones de mañana y tarde que comenzaron con una batucada de la Banda Retocada y la orquesta sinfónica de L’Intèrpret.

También tenían previsto tocar los alumnos del Taller de Músics, la Escola d’Acordió de Lleida, la del Orfeó Lleidatà y la del Centre Dalcroze, la Big Band del Conservatori, representantes de los Bucs d’Assaig El Mercat y la charanga La Bsumeta.

La cantante y pianista Emília Rovira Alegre presentó su nuevo disco en el Auditori

En el Auditori Enric Granados se sumó a la fiesta la cantante y pianista Emília Rovira Alegre, que presentó en público las canciones de su nuevo disco, Amor i ràbia. En el álbum ha puesto música a cuatro poemas de su padre, el poeta Pere Rovira, y se estrena con la letra y música del resto de composiciones, que oscilan entre el amor y la rabia, “dos emociones antagónicas, que pueden convivir perfectamente”.

Por otro lado, el Quartet Amoenus de la Orquestra Julià Carbonell ofreció dos conciertos en los centros cívicos de L’Ereta y la Mariola, mientras que el Cafè del Teatre cerró la temporada con el grupo Nuda, el nuevo proyecto del leridano Pol Pérez, presentando los temas del álbum Nua.