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SALUD MENTAL

Un estudio permite establecer la edad de inicio de los diferentes trastornos mentales

La etapa más frecuente es a los 14 años, cuando el cerebro experimenta cambios madurativos importantes

A los 14 años el cerebro hace una serie de cambios significativos.

Un estudio permite establecer la edad de inicio de los diferentes trastornos mentales

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La revista 'Molecular Psychiatry' del grupo 'Nature' ha publicado un meta-análisis con datos de 192 estudios epidemiológicos que incluyen a 708.561 pacientes para determinar la edad en que suelen empezar los diferentes trastornos mentales.

Uno de los resultados del estudio sostiene que la edad en la cual empiezan más trastornos mentales es a los 14 años, una época en la que el cerebro está experimentando unos cambios madurativos importantes. Asimismo, concluye que la mayoría de los trastornos van apareciendo de forma ininterrumpida durante los primeros 25 años de vida. El trabajo está encabezado por los doctores Joaquim Raduà, jefe del grupo de investigación|búsqueda del IDIBAPS, Marco Solmi, de la Universidad de Padua, y Paolo Fusar-Poli, del King's College de Londres.

Tal como explica el documento, los trastornos mentales son una de las causas principales de discapacidad y, de hecho, varios estudios indican que una buena prevención permitiría reducir la aparición. "Si fuéramos capaces de detectar a tiempo cualquier cambio que avise de un posible trastorno mental, quizás podríamos corregirlo y conseguir que el cerebro madure de una forma sana, previniendo la aparición del trastorno," explica Raduà.

No obstante, para conseguir que un programa de prevención sea efectivo, "hay que realizarlo a la edad concreta en la que empieza cada trastorno mental", recuerda. Así pues, hasta ahora, la edad de inicio de los diferentes trastornos era un tema poco conocido, porque investigarlo "es más complejo de lo que puede parecer".

A partir de esta premisa, el equipo de investigadores combinó por primera vez toda la información sobre la edad de inicio de trastornos mentales de los estudios epidemiológicos que se habían publicado hasta el momento. Así, se consiguió una muestra de más de 700.000 personas de los cinco continentes. Raduà añade que "los análisis no fueron fáciles, ya que cada trastorno sigue un patrón atípico y único, por|para lo que tuvimos que crear nuevos algoritmos de meta-análisis y los ordenadores se pasaron semanas o meses calculando".

Las edades de los trastornos

Entre los trastornos analizados, el estudio determina, por ejemplo, que la fobia o ansiedad por separación aparece a los 8 años. El trastorno del espectro autista en los 9, el déficit de atención con hiperactividad en los 12, la ansiedad social en los 13 y la anorexia nerviosa en los 17. A los 18 años puede aparecer la bulimia nerviosa, y en los 19 un trastorno obsesivo-compulsivo.

Los diagnósticos asociados al consumo de cannabis, abuso del alcohol, depresión o trastorno bipolar se fijan en edades más tardanes.Així, uno de los resultado del estudio es que la edad en la cual empiezan más trastornos mentales es a los 14 años, una época en la que el cerebro está experimentando unos cambios madurativos importantes.

Además, concluye que la mayoría van apareciendo de forma ininterrumpida durante los primeros 25 años de vida. "No podemos dividir los trastornos entre unos que se dan a la infancia y otros que se dan a la edad adulta", señala Raduà. De esta forma, cuestiona la división actual de la salud mental entre dispositivos para menores de 18 años y dispositivos para mayores de 18 años, "porque para muchas personas, la atención se ve fragmentada con la mayoría de edad". "Nos preguntamos si no sería mejor adecuar los dispositivos de salud mental a las edades de inicio de los diferentes trastornos.Sabemos que la edad de inicio no es el único factor a tener en cuenta, pero este estudio pone la pregunta sobre la mesa", concluye.

Problemas relacionados con la soledad

Paralelamente, en el marco de las XXV Jornadas de Actualización en Psicogeriatría, organizadas por el Hospital Sagrado Corazón de Hermanas Hospitalarias, se ha puesto sobre la mesa la relación directa entre la prevalencia de la soledad y los problemas de salud mental.

"Las personas que experimentan con frecuencia sentimientos de soledad están más predispuestas a sufrir depresión, ansiedad y paranoia, mientras que la relación en el caso de la salud física está más atenuada", ha afirmado el doctor Manuel Martín Carrasco, director médico de la Clínica Padre Menni de Pamplona y vicepresidente de la Sociedad Española de Psiquiatría.

De hecho, según un estudio del Hospital Sagrado Corazón|Coro, el Servicio de Urgencias del centro registró, después del confinamiento domiciliario, al tiple de casos de ansiedad y el doble de depresión que durante la primera mitad del estado de alarma.

La afectación de la soledad a la salud se atribuye a factores como el estilo de vida, la exposición y percepción del estrés, o la capacidad de descanso y recuperación. "Las personas que sienten soledad tienen peor estilo de vida, una mayor vulnerabilidad y percepción del estrés, que comporta un daño al sistema inmunológico y cardiovascular, y una menor capacidad de descanso y recuperación", ha explicado Carrasco.

Aparte de las consecuencias del incremento de la prevalencia de la soledad desde que se inició la pandemia, hay que  tener en cuenta que las circunstancias sociales actuales propician este sentimiento y que la situación empeorará con el paso de los años. "Los cambios en las estructuras y modelos familiares, menos extensos y más frágiles; el impacto de las nuevas tecnologías en las formas de relación y de ocio, o las nuevas maneras de trabajar y de producción, que implican una más movilidad, son un agravante de la vivencia de soledad, que se prevé que aumente significativamente los próximos años," ha señalado el especialista.

Durante las jornadas también se ha hecho referencia al aumento muy notable, durante la pandemia, de personas mayores que han muerto solas, tanto en residencias como en hospitales. Carrasco ha subrayado que los familiares estaban presentes en el momento de la muerte sólo en el 13% de los casos, en las residencias, y en el 24%, en los hospitales.

En la misma línea, el doctor Joan Bertrán, coordinador del Servicio de Medicina Interna del Hospital Santo Rafael, ha indicado que, a pesar de la dureza de la enfermedad, la soledad, la incapacidad de tener la familia cerca, ha sido la situación más temida para profesionales y pacientes que han sufrido la covid-19.

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