¿Què plásticos de un solo uso desaparecen el 3 de julio?
El próximo 3 de julio dejarán de comercializarse productos de plástico de un solo uso como platos, cubiertos, pajitas para beber, bastoncillos de algodón y envases de polietireno para alimentos. La retirada del mercado de los productos de plástico de usar y tirar para los que existen alternativas de otros materiales fue acordada por las instituciones europeas en 2019.
El Ministerio para la Transición Ecológica ha dado forma a una ley de residuos y suelos contaminados que aplica lo dictado por la UE y tiene varias vías de acción. Entre ellas destaca la prohibición de la venta de diversos productos de uso único a partir del 3 de julio de 2021: desde ese momento no encontraremos bastoncillos de algodón, cubiertos, platos, pajitas y agitadores de bebidas, palitos para sujetar globos y recipientes para alimentos y bebidas hechos de poliestireno expandido, incluyendo tapas y tapones. Además, se prohibirán los cosméticos y detergentes que contengan microplásticos añadidos de forma intencionada. Estos productos, en su conjunto, componen el 43 % de todos los residuos que contaminan mares y océanos.
En cuanto a otros productos de plástico de un solo uso, como los artes de pesca y las toallitas húmedas, se decidieron otras medidas, como limitar su uso, reducir su consumo y evitar que terminen convirtiéndose en basura mediante requisitos de etiquetado, regímenes de responsabilidad ampliada del productor (principio de quien contamina paga), campañas de sensibilización y requisitos de diseño de los productos.
Los Estados miembros también están obligados a garantizar que determinados productos de plástico de un solo uso introducidos en su mercado lleven una marca en el producto o en sus envases para informar a los consumidores sobre la presencia de plástico en el producto y sobre el método adecuado de eliminación de residuos, así como de la necesidad de evitar vertidos de basura.
Además, los Estados miembros deben tomar medidas para prevenir y limpiar la basura procedente de recipientes alimentarios, recipientes para bebidas, envases y envoltorios, vasos para bebidas, bolsas de plástico ligeras, toallitas húmedas, globos, productos del tabaco con filtros y filtros comercializados para su uso en combinación con productos del tabaco, así como de artes de pesca.
El anteproyecto plantea la posibilidad de implantar estos sistemas que ya están presentes en otros países de Europa: máquinas que devuelven unos céntimos al consumidor por cada envase. Aún no se ha decidido si se impondrá o si lo dejarán a elección de los productores y grandes superficies.
Otra de las restricciones tiene en el foco a los envases de plástico y recipientes de un solo uso que se emplean para llevar comida a domicilio. A partir de 2023 ya no serán gratis y el precio de cada elemento tendrá que figurar en el ticket. Además, los tendrán que eliminar poco a poco hasta llegar a una reducción del 70% en 2030 respecto a los niveles de 2022.