Una nueva vida cien años después

El Museu Hidroelèctric de Capdella acogió ayer la presentación del proyecto provisional de restauración del Hospital de Cartró de Capdella, en la Vall Fosca.

El edificio, que ha resistido a la intemperie más de un siglo, es una construcción efímera que Energía Eléctrica de Catalunya levantó en la Vall Fosca para atender a los 4.000 trabajadores que se encargaban de levantar la central hidroeléctrica de Capdella, la primera de grandes dimensiones que entró en funcionamiento en Catalunya. El edificio comenzó a funcionar como hospital en 1912 y en torno a 1940 cayó en desuso pasando a ser utilizado como almacén por los vecinos.

El edificio funcionó como hospital de 1912 a 1940, cuando pasó a ser utilizado de almacén por los vecinos

Este mal uso derivó en alguna modificación arquitectónica que, según los expertos, posiblemente ha sido el motivo por el que se ha conservado en pie tantos años siendo, probablemente, el único del mundo de este tipo.

El proyecto presentado ayer apuesta, además, por la participación de los vecinos en la toma de decisiones de todo el proceso de rehabilitación, algo que ya se ha impulsado desde el Museo Hidroelèctric de Capdella. 

“La restauración ha de hacerse pieza por pieza. Como es un edificio que se puede desmontar, apostamos por hacerlo, llevarlo a un taller y después reintegrarlo en el territorio”, explicó la directora del Museu Hidroelèctric de Capdella, Eva Perisé. El acto de presentación contó con la presencia del subdirector general del Patrimonio Arquitectónico, Arqueológico y Paleontológico, Jordi Domeque, quien afirmó que este proyecto “es un ejemplo de combinación de innovación sostenibilidad y dinamización económica para el territorio”.

De hecho, el objetivo de esta restauración tiene sentido como elemento de vigorización del bien restaurado a través de su difusión. Por eso, se grabará el proceso para generar programas pedagógicos.