Cinco trucos para proteger tu coche del calor en verano
En verano el interior de nuestro vehículo alcanza temperaturas en ocasiones, difíciles de soportar, sobre todo si no hemos podido aparcar a la sombra. El interior de un vehículo puede superar los 55 grados centígrados tras una hora bajo la incidencia de los rayos solares cuando la temperatura exterior es de 35.
Dejar el coche al sol, además de la incomodidad a la hora de entrar, supone daños para la carrocería y a la mecánica del vehículo. Después de muchas horas al sol, la pintura pierde intensidad y pueden llegar a aparecer manchas. Por lo que se refiere a la mecánica, hay que revisar más a menudo los niveles de líquidos, que debido a las altas temperaturas pueden llegar a evaporarse. Además, las ruedas pierden presión y se calcula que la vida útil de los neumáticos se reduce en un 7%.
TÜV Rheinland, multinacional dedicada a servicios técnicos, de seguridad y certificación líder a nivel mundial, comparte cinco sencillos trucos con los que mantener más fresco nuestro coche:
- Protege el interior: El uso de parasoles delanteros es más o menos común pero no lo es tanto ver vehículos con esta protección también en la luna trasera. Hacerlo ayudará a reducir notablemente los efectos del sol en el interior del vehículo. Así conseguiremos que el volante no alcance unas temperaturas tan elevadas, algo que también podemos asegurar mediante el uso de protectores de volante.
- Lava frecuentemente el vehículo: Lavar el coche asiduamente en los meses de verano es más importante porque contribuye a reducir la temperatura de la carrocería y otros componentes, mitigando los efectos de la exposición solar prolongada y posibles efectos negativos para la mecánica. Eso sí, es recomendable hacerlo durante la tarde o la noche porque durante el día el vehículo absorbe el calor más rápidamente, llegando incluso a dañar la pintura y la carrocería.
- Baja las ventanillas: Antes de arrancar, baja un par de minutos las ventanillas para igualar la temperatura interior con la exterior. Además, lograrás que, al conectar el aire acondicionado, este tenga que hacer un menor esfuerzo de refrigeración, alargando su vida útil.
- Cristales tintados: Los vehículos que cuenten con cristales de este tipo gozarán de una ventaja en los momentos de más impacto térmico. Por sus características, logran reducir el efecto de los rayos solares y, con ello, la temperatura. Si quieres oscurecer las lunas de tú vehículo, debes usar láminas homologadas y estas solo pueden ponerse en los cristales laterales posteriores y la luna trasera.
- Funda para el vehículo completo: Puede ser una opción para las personas que vayan a dejar su coche aparcado durante varios días seguidos, o para quienes no quieran preocuparse del movimiento del sol, aunque esté aparcado en la sombra en un momento dado. Gracias a esta funda, todo el vehículo estará protegido de los rayos solares. Incluso, si debajo de la funda dejamos puestos los parasoles multiplicaremos su efectividad. Esta medida resulta también una de las más efectivas a la hora de proteger la pintura del vehículo que sufre ante la exposición solar y en la que pueden aparecer manchas o pérdidas de color.
