Los anticuerpos permanecen, e incluso crecen, 7 meses después de la infección
Los niveles de anticuerpos frente a la covid se mantienen estables o incluso aumentan siete meses después de la infección, según evidencia un estudio coordinado por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) y publicado en la revista Nature Communications.
El estudio analizó muestras de sangre de 578 sanitarios del Hospital Clínic de Barcelona tomadas entre marzo y octubre de 2020 para medir el nivel de anticuerpos, en el que supone el primer estudio "en evaluar la respuesta de anticuerpos frente a un panel tan amplio de antígenos a lo largo de siete meses", comenta la investigadora del ISGlobal Carlota Dobaño.
En la investigación se usó la tecnología Lumitex para medir, a partir de la misma muestra, el nivel y tipo de anticuerpos IgA, IgM o IgG frente a seis antígenos diferentes del SARS-CoV-2, así como la presencia de anticuerpos contra los cuatro coronavirus que causan el resfriado común.
El objetivo de este estudio era conocer la dinámica y la duración de la inmunidad frente a la covid y el papel de los anticuerpos preexistentes para luchar contra el resfriado común, para así predecir la evolución de la pandemia y poder implantar soluciones eficaces.
Los resultados mostraron que la mayoría de infecciones entre el personal sanitario se dieron durante la primera ola y los anticuerpos IgG (inmunoglobinas que permanecen de por vida en el organismo) se mantuvieron estables a lo largo del tiempo, y en un 75 % de las personas "se vio incluso un aumento de estos anticuerpos sin ninguna evidencia de que hubieran estado reexpuestas al virus", explica la coautora del trabajo Gemma Moncunill.
En cuanto a los anticuerpos contra los coronavirus del resfriado común (HCoV), los resultados obtenidos sugieren que podrían conferir una protección cruzada frente a la infección o la enfermedad por covid-19.
Las personas que se infectaron por SARS-CoV-2 tenían niveles más bajos de anticuerpos contra HCoV. Así mismo, las personas asintomáticas tenían niveles más elevados de IgG e IgA anti-HCoV que las personas sintomáticas
"Aunque la protección cruzada no se ha confirmado, podría ayudar a explicar la susceptibilidad tan diferente de la población a la enfermedad", señala Dobaño.