Gerri reivindica su salada historia

Gerri de la Sal celebró ayer la primera edición de la Festa de la Sal, un certamen creado visibilizar el municipio de Baix Pallars y sus salinas, así como remarcar la importancia que supusieron y difundir su legado. El ayuntamiento organizó este evento, que reunió a más de 300 personas y reivindicó la tradición de la elaboración de sal. El consistorio valoró la respuesta del público como un éxito rotundo.

La producción de sal en Gerri de la Sal fue el principal motor económico de esta población del Pallars Sobirà hasta el año 1982, cuando las salinas quedaron destruidas como consecuencia de las grandes riadas de ese año. Años después, en 2008, los vecinos las recuperaron y ayer se celebró la primera fiesta para conmemorarlo.

Durante la jornada hubo bailes, talleres infantiles, visitas guiadas y charlas sobre el valor de la sal

La jornada arrancó con una ceremonia inaugural mientras que artesanos pudieron exponer sus productos en mercado en las calles de Gerri. Más tarde, el profesor de de Geografía e Historia la Universitat de Barcelona Oriol Beltran dio una conferencia sobre la sal y sus propiedades. Asimimismo, hubo una visita gratuita al Museu de la Sal y varios talleres infantiles con el producto de las salinas como protagonista. Entre ellos destacó uno dedicado confeccionar un “escoball”, la herramienta que se utilizaba años atrás para barrer las salinas.

Por la tarde, el certamen concluyó con una demostración culinaria con sal de Gerri y un taller de swing en la Casa de la Sal. La alcaldesa del Baix Pallars, Anna Sentinella, dijo que “nuestra valoración del festival es muy positiva, la gente ha respondido muy bien, la afluencia de público ha sido mayor de la esperada y se han cumplido todas las recomendaciones sanitarias”. “No podemos estar más contentos”, concluyó. Sentinella recordó que todas las actividades tenían aforo limitado y que los siete talleres que se han celebrado recibieron a 30 personas. Al festival acudió la conocida cocinera de Granollers, Ada Parellada, que ejerció de “embajadora” de la fiesta.