¿Cuándo es el mejor momento para tener pareja?
Una relación puede fracasar por diversos factores. No estar preparado es uno de ellos.
Uno de los principales inconvenientes que se observan a la hora de analizar las rupturas es que muchas de las personas que inician una relación, no están realmente preparadas. No hay que sentirse preparado para ello, hay que estarlo, con cada uno de los ingredientes que eso significa. Pero claro, ¿cómo puedes saber si estás o no preparado? ¿Cómo lo detectas? Quizás hay una frase que pueda darte una idea: “hay un momento en la vida que todo lo que te pasa es tan bueno que solo quieres compartirlo con alguien”.
La persona debe llegar a tu vida para que podáis compartir lo que ya estáis disfrutando por vuestra cuenta. Realmente no estás listo para una relación hasta que lo que vives en soledad es todo lo que quieres y lo que necesitas para encontrar tu propia felicidad. Si no conseguimos estar bien por nuestra propia cuenta, traeremos factores que serán tóxicos para formar una relación. Esto hará que, con el tiempo, llegue a fracasar y no entiendas por qué.
Felicidad propia
Para que una relación funcione y pueda empezar bien, ambas personas deben estar felices. Estar feliz es diferente para cada ser humano y es un factor importante porque no siempre estarás al lado de tu pareja, con lo cual, tus momentos de soledad deben gustarte y hacerte sentir bien. Solamente tú eres responsable de tu propia felicidad, no es trabajo de la pareja, la pareja está para acompañar ese estado. Cuando esto no es así, se forman relaciones de dependencia y de apego que hacen que el amor se marchite con mayor facilidad.
Confianza propia
Algunos de los mayores conflictos en las relaciones se basan en la confianza. Cuando vemos que nuestra pareja nos necesita para poder tener amor propio o confianza es posible que eso no nos atraiga o nos haga sentir que somos responsables de ello. Cuando una persona ve que su pareja está demasiado aferrada y pegajosa, puede empezar a alejarse, lo que hará que la persona se pegue aún más. Esto conducirá a una ruptura porque la necesidad de la otra persona deriva en un problema de inseguridad y de falta de confianza.
Problemas resueltos
Todos soportamos el dolor y el trauma a lo largo de nuestra vida, el problema es que lo hacemos sin resolverlos o procesarlos. Muchas personas no son siquiera conscientes de lo que les pasa, las emociones se reprimen y se sigue viviendo como si no pasara nada. Para tener una relación sana y para que esa relación llegue en el momento indicado debemos hacer un viaje de introspección. Entender lo que nos ocurre en el día a día y cuál puede ser el origen de lo que nos hace sentir mal. Una vez que empecemos a estar en paz con ello, estaremos más preparados para entrar en una relación.
Hay que aprender a tener una vida tranquila en soledad. Aprovechar el tiempo libre y dedicarlo a lo que nos gusta hacer. Tener rutinas saludables no significa hacer deporte y comer bien, que también, pero sobre todo es el hecho de tener nuestros días con planes que para nosotros ya de por sí sean saludables, aunque se trate de leer o de dar un paseo. Cuando la energía se vuelve positiva y te sientes en equilibrio contigo mismo, el amor aparecerá porque esa energía se siente y se percibe.