MUSEOS MITOS Y LEYENDAS
Esterri d'Àneu, tierra de brujas
El Ecomuseu de Esterri vuelve a acoger la exposición 'Se'n parlave... i n'hi havie' que pasará a ser permanente || La muestra incluye nuevo material, lo que ha permitido otras dos salas en la casa Gassia
La exposición S’en parlave... i n’hi havie sobre el fenómeno de la brujería en la zona de Lleida y el Pirineo volvió al Ecomuseu de les Valls d’Àneu, en Esterri d’Àneu después de intinerar desde 2018 por diferentes museos, para quedarse de forma permanente.
En su regreso, la muestra ha incorporado nuevas piezas que ya pueden verse en las salas del museo. Entre ellas destacan un busto de cera de Catherine Deshayes, conocida como ‘La Voisin’, una adivina francesa que hacía envenenamientos por encargo y era proveedora de elementos para hacer brujería.
También se han sumado piezas de cera hechas con los cirios bendecidos para Semana Santa y con imágenes del calvario de Cristo impresas a las que se les atribuía dotes de protección, o piedras medicinales y protectoras.
Otros materiales que pueden verse en la exposición son amuletos de protección como una pata de tejón del siglo XIX, cuchillos y romero, elementos necesarios para evitar granizadas, aparatos de tortura, la piel de una serpiente seca, vestidos de bebés y estampas de santos y vírgenes. Se’n parlave... i n’hi havie estará de forma permanente en Esterri d’Àneu. Un territorio, Les Valls d’Àneu, que forma parte de la denominada ‘cuna europea de la caza de brujas’.
En Catalunya, la brujería estuvo muy vinculada a las mujeres. Así, en el siglo XV, mientras en Suiza la mayoría de condenados eran hombres, en Catalunya el 90% fueron mujeres.
En Catalunya el 90% de las acusadas de brujería eran mujeres, en otros países predominaban los hombres
En la exposición puede consultarse un fragmento del Llibre d’Ordinacions de la Vall d’Àneu, de 1424. Se trata del texto jurídico catalán más antiguo y en él se hace referencia al “delito de la brujería”. Este documento corrobora que las Valls d’Àneu y el Pirineo habrían sido escenario de la primera condena legal del crimen de brujería en el ámbito europeo, así como escenario de las primeras persecuciones de brujas y brujos a inicios del siglo XV.
“Muchas veces no se trata solo de leyendas, son situaciones reales vividas por hombres y mujeres hasta bien entrado el año 1940. ”, explicó Júlia Carreras, filóloga e investigadora.
Esta muestra, producida por la Xarxa de Museus de Terres de Lleida, se ubica en Casa Gassia y ha permitido sumar dos salas sel siglo XVIII que aún no se estaban abiertas al público.