ARTESANÍA OFICIOS
La Vall d'Àssua en una joya
Una joyera de Caregue, un pueblo de una quincena de habitantes en la Vall d’Àssua, en el Pallars Sobirà, fabrica artesanalmente piezas que se han convertido en un referente para ganaderos, pastores y amantes de la montaña en toda Catalunya.
Clàudia Bellera empezó haciendo pendientes o collares de las montañas cercanas, como el Montsent de Pallars o Montorroio y enseguida le llegaron encargos de la Pica d’Estats o los Encantats. Esta joyera pallaresa trabaja a 1.175 metros de altura y es en este entorno donde se inspira para hacer las joyas.
En invierno, los copos de nieve que ve por la ventana del taller y, en verano, las carlinas, las flores de nieve o las mariposas.
Sus joyas también se inspiran en los rebaños de ovejas xisquetes, las vacas brunes, las cabras pirenaicas y todo lo relacionado con el mundo ganadero como caballos, cerdos o gallinas. También dispone de una sección reservada a la fauna salvaje.
Algunas de sus joyas las hace por encargo. Bellera explica que los clientes le envían imágenes de su animal preferido o de una herramienta del campo concreta y ella la convierte en joya. Aunque hay ventas que las hace en su pequeño taller, las piezas también puede adquirirse a través de las redes sociales, lo que le ha permitido, asegura, tener clientes de toda Catalunya y otras partes del Estado.