¿Por qué los japoneses se pintaban los dientes de negro?
Era un símbolo de salud
La corriente estética japonesa del Ohaguro nace en el siglo X y consistía nada más y nada menos que en ennegrecerse los dientes. Para la alta sociedad nipona de aquella época era un símbolo de salud, ya que la técnica que empleaban prevenía el deterioro de los dientes. En concreto, los aristócratas usaban una solución de limadura de hierro y vinagre llamado kanemizu. Una solución que muy pronto se extendería entre muchos otros estamentos sociales, desde jóvenes de clase alta a samuráis, mujeres de clase media, mujeres de clase baja y geishas. En el periodo Edo, dicen según el medio español El Confidencial, "incluso llegó a hacerlo la Familia Imperial", lo que suponía una referencia nacional.
En la actualidad, igual nos parece una técnica horrorosa, pero la verdad es que en el mundo contemporáneo ya existe. Se trata de un tratamiento que persigue precisamente lo opuesto. Si el Ohaguro estaba destinado a ennegrecerse sin más los dientes, hoy día se quiere proporcionar una mayor blancura.
Finalmente, "la práctica Ohaguro fue cayendo en el desuso con el paso de los siglos debido al fuerte olor que producía y lo complicado de su preparación, hasta el punto de que solo lo usaban las mujeres que iban a casarse, las prostitutas y las geishas", como afirman en El Confidencial.
En el año 1870 el gobierno japonés prohibió el Ohaguro en los hombres. Apenas unos años después, la emperatriz Shōken se dejaría ver en público con los dientes blancos. Fue el principio del fin del Ohaguro, que en la actualidad queda limitado a las películas de época y el teatro kabuki.
Quién sabe, quizá en unos años vuelva a ser tendencia.