Broche de oro a un buen agosto

El sector turístico de Lleida y del Pirineo ha cerrado el último fin de semana de agosto lleno, consolidando las buenas cifras de todo el verano y aspirando a igualar las históricas de 2019, antes de la pandemia. Según explicó el responsable de promoción del Patronato de Turismo de la Diputación, Juli Alegre, “gracias a que muchos turistas no vuelven al trabajo hasta el miércoles, 1 de septiembre, este fin de semana ha sido muy bueno para el sector, además tampoco se han ido porque ha hecho muy buen tiempo”.

Alegre dijo que todavía no tienen cifras definitivas del balance turístico de este verano, pero señaló que “todo apunta que las previsiones se cumplirán y que cerraremos en la línea de 2019, cuando tuvimos récord histórico de turistas en Lleida”. En concreto, ese año hubo 565.000 viajeros y 1.428.000 pernoctaciones. Con todo, Alegre dijo que “a pesar de que se ha constatado una bajada del turista extranjero, se ha cubierto con el catalán, que es nuevo y ha quedado muy satisfecho con Lleida”. Más del 80% de los visitantes son catalanes, mientras que el turismo internacional se situó en el 11% en julio.

Asimismo, la parte negativa es la que afecta a los alojamientos de turismo rural, ya que es el sector que ha quedado más perjudicado por la limitación de las reuniones a un máximo de diez personas.

El sector hizo un buen inicio en junio, la campaña siguió con una tendencia creciente hasta llegar a agosto con buena parte de los establecimientos rozando una ocupación llena, especialmente los fines de semana. La previsión para septiembre también es buena.