Un exmarine británico sale de Afganistán con 150 perros y gatos pero sin los 24 trabajadores de su ONG
El exmarine británico Paul Farthing se negó a ser evacuado de Afganistan sin los animales a los que daba asistencia en el refugio que él mismo fundó. Finalmente, este domingo aterrizó en el aeropuerto londinense de Heathrow a bordo de un avión contratado de forma privada, financiado con donativos. Sin embargo, los 24 trabajadores de Nowzad, el nombre de la organización benéfica, y sus familias, se quedaron atrás, porque los talibanes no los dejaron pasar hasta el aeródromo pese a que tenían el permiso del Gobierno de Boris Johnson.
Este domingo, en una publicación en su cuenta de Twitter, Farthing confirmaba su aterrizaje en el aeropuerto de Heathrow con unos 100 perros y 70 gatos tras un "éxito parcial" de la campaña que había emprendido para salir de Afganistán, y a la que había bautizado con el nombre de Operación Arca. El marine, que dejó el Ejército británico hace 15 años para montar un refugio de animales callejeros en Kabul, expresó su "profunda tristeza" por la situación de Afganistan.
En declaraciones al diario The Sun, afirmó que fue "deprimente" dejar a sus colaboradores. "Algunos vinieron conmigo al aeropuerto, pero no se les permitió cruzar la línea entre los talibanes y el control británico. Hubo muchas lágrimas cuando nos despedimos. Me siento muy triste por ellos", dijo, pero "aliviado por mí y feliz por los animales".
Los animales permanecerán en cuarentena durante cuatro meses, mientras que Farthing tendrá que estar diez días en un hotel, como el resto de evacuados del país asiático. El doctor Iain McGill, un veterinario del refugio, declaró a la BBC que "considerando lo que han pasado, los animales están en muy buen estado en general". Muchas personas ya se han ofrecido para adoptarlos.
La campaña de Farthing generó una importante polémica en el país, con miles de personas apoyando su labor, pero también fuertes críticas, incluyendo las del ministro de Defensa, Ben Wallace, que acusó al exmilitar de entorpecer las labores de evacuación al obligar a los funcionarios a invertir gran parte de su tiempo en gestionar la salida de los perros y gatos, así como a ayudar a cargar los kilos de comida que necesitaban para el viaje.
Al parecer, el ministro le habría espetado que no iba a "priorizar a los animales por encima de las personas" y que sus mandos deberían "centrarse en la crisis humanitaria". También fue muy crítico el presidente del Comité Selecto de Asuntos Exteriores del Parlamento, el diputado Tom Tugendhat, que fue soldado, y quien explicó a la BBC que en medio de las dificultades para conseguir que la gente lograra llegara al aeropuerto, hubo que utilizar a muchas tropas para la operación de evacuación de los animales, "mientras que la familia de mi intérprete probablemente será asesinada", declaró.