Dientes de dragón: ¿qué significan estas nuevas marcas viales de las carreteres?
Dientes de dragón, líneas de borde quebradas... son pruebas que la DGT y el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana están llevando a cabo. Si estas nuevas señalizaciones funcionan, podrían utilizarse en el futuro. De momento, estas marcas viales se han instalado en la carretera N-122, en el municipio burgalés de Nava de Roa.
Los dientes de dragón son una serie de triángulos separados entre sí por 1,5 metros y situados a cada lado del carril. El lado del triángulo que delimita el carril mide siempre 0,75 metros, pero el tamaño es creciente en la parte que 'muerde' la carretera. Empiezan metiéndose 0,6 metros en la calzada y acaban con 0,9. La señalización, en su totalidad, abarca 30 metros y se pretende que al verla el conductor reduzca la velocidad respecto al tramo por el que acaba de transitar cuando las condiciones de la vía así lo requieran, cómo por ejemplo en las inmediaciones de acceso a una población.
Por lo que se refiere a las líneas de borde quebradas, su objetivo es alertar a los conductores de que se aproximan a un paso de peatones y vayan rebajando la velocidad. Estas líneas se extienden por un tramo de 30 metros anterior a la presencia del paso de cebra.
Actualmente, la DGT y el ministerio están comprobando con pruebas reales que el diseño sea percibido por los conductores de forma corrrecta y que realmente es efectivo.
La percepción que se tiene de las marcas viales cuando se circula por la carretera es muy distinta de la obtenida en el diseño en papel. Además, la interpretación por parte de cada usuario es muy subjetiva. Por ello, los tramos experimentales tienen como objetivo comprobar previamente a la incorporación a la nueva normativa la eficacia de las marcas y el grado de percepción y comprensión por parte de los usuarios.