FESTEJOS BALANCE
Lleida despide unas Festes de la Tardor sin botellones y con entradas agotadas
Unas 17.500 personas, en la treintena de propuestas culturales celebradas en 6 días
Las Festes de la Tardor de Lleida bajaron el telón ayer después de seis días de música, baile y cultura popular que han contado con éxito de público, a pesar de las restricciones de aforo propias de la pandemia. El ayuntamiento destaca el “civismo” y la “sensatez” de unos festejos que se han saldado sin incidentes relevantes ni los temidos botellones.
Miles de personas han disfrutado durante seis días de unas Festes de la Tardor de Lleida que, aunque marcadas por la ‘nueva normalidad’ tras la Covid-19, han vuelto a llenar la ciudad de música, color, danza y alegría.
La cultura popular fue ayer la gran protagonista de una Diada de Sant Miquel en la que los Diables de Lleida, el Ball de Bastons, la Moixiganga, Moros i Cristians, cavallets, capgrossos y gegants conquistaron nuevamente una plaza Sant Joan con restricción de aforo, si bien cientos de personas se agolparon fuera del recinto para no perderse el tradicional Seguici. Y es que prácticamente todos los espectáculos colgaron el cartel de completo.
El alcalde de Lleida, Miquel Pueyo, hizo ayer una valoración muy positiva de unas fiestas que reunieron a unas 17.500 personas, según el número de reservas previas.
El paer en cap se felicitó por el civismo y la sensatez que caracterizaron todas las propuestas, agradecimiento que hizo extensivo a los más jóvenes. “Les Festes de la Tardor han estado muy cerca de lo que podríamos considerar una normalidad festiva y constituyen, junto con la Fira de Sant Miquel, un símbolo de recuperación, de reanudación, no solo en el sentido económico, de actividad y de fiestas, también en el estado de ánimo de la ciudadanía”.
Por su parte, el concejal de Fiestas, Ignasi Amor, destacó la buena aceptación y la funcionalidad de la plaza de la Sardana como escenario, así como los esfuerzos de los cuerpos de seguridad para evitar botellones.
“Creo que no nos quedamos cortos diciendo que hemos tenido la mejor fiesta mayor de Catalunya porque no hemos tenido ningún botellón. El trabajo que han hecho entre los cuerpos policiales y la concejalía ha sido clave para que haya salido todo lo mejor posible”.
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