El Santa Maria de Lleida detecta un aumento del 30% de los pacientes con trastornos alimentarios en el último año
Entre las causas destacan el aislamiento, la incertidumbre, la angustia y la frustración provocadas por la pandemia
La Unidad Funcional de Trastornos del Comportamiento Alimentario del Hospital Universitari Santa Maria de Lleida ha atendido este año 381 pacientes, un 30% más que en todo en el 2020, que fueron 296. Los datos corroboran una tendencia al alza iniciada el último trimestre del año pasado, cuando se levantó el confinamiento provocado por la pandemia de la covid-19.
El aislamiento domiciliario, la pérdida de contacto entre grupos de iguales, la incertidumbre, la angustia, el miedo y la frustración por|para la pérdida de proyectos académicos y personal sumado a la influencia de las redes sociales han hecho aumentar estos trastornos, según la psicóloga y coordinadora de esta Unidad, Gina Badia.
Los afectados son, principalmente, niños y jóvenes de entre 12 y 21 años. Según Bahía, la anorexia, la bulimia, los trastornos de atracón y otros trastornos del comportamiento alimentario no especificados fueron debutando durante los primeros meses de la pandemia y su diagnóstico se aceleró a partir de septiembre de 2020. En este sentido, esta situación "sin precedentes" ha afectado a los grupos de edad de más riesgo, entre los 12 y los 21 años.
Badia ha añadido que durante el confinamiento se hicieron muy visibles los mensajes sobre el cuidado del cuerpo, el control del peso, la alimentación y la obsesión por el deporte que afectaron muy directamente a las personas más vulnerables. Entre los factores de vulnerabilidad a la hora de sufrir un trastorno del comportamiento alimentario destacan la baja autoestima, los rasgos de perfeccionismo y autoexigencia, la dependencia emocional y las dificultades de regulación emocional. Badia remarca que este año se han vuelto a ver anorexias graves, con pérdidas de peso muy rápidas. La restricción alimentaria acostumbra a ser la puerta de entrada a los trastornos del comportamiento alimentario, que tienen tendencia a "cronificarse", añade.
Con respecto al perfil de los pacientes atendidos en el Santa Maria, el 86% son mujeres (en el 2020 la Unidad atendió a 259 mujeres y 37 hombres), con una media de edad de 30 años. Según Badia, es de "vital importancia" detectar el trastorno en sus primeras fases para evitar que se agrave. Entre las conductas de riesgo, destacan la preocupación excesiva por el cuerpo y la comida, la adopción de dietas extremas, el ejercicio físico compulsivo, la intensa insatisfacción y la evitación de situaciones de exposición social. Si se detecta alguna de estas señales de alerta, hay que pedir ayuda rápida, según Bahía.
Con respecto al tratamiento, el Hospital Universitari Santa Maria cuenta con un equipo multidisciplinar formado por profesionales de la psicología, la psiquiatría y la enfermería, que se ocupan del seguimiento personalizado de cada paciente. Entre las estrategias de prevención de los trastornos del comportamiento alimentario, destaca la alimentación equilibrada y saludable, la actividad física moderada, las comidas regulares, el fomento de la autoestima y el mantenimiento de la actividad social. Según Badia, si se tiene en cuenta que el debut en estos tipos de trastornos se suele dar durante la adolescencia, haría falta regular el contenido de las redes sociales y buscar referentes saludables.