El exobispo de Solsona Xavier Novell y su novia piden casarse por lo civil
La semana pasada cursaron la petición ante el Registro Civil de Súria
Novell el día que confirmó a Sílvia Caballol en Biosca.
El obispo emérito de Solsona, Xavier Novell, y su pareja, Sílvia Caballol, han presentado ante el Registro Civil de Súria un escrito para casarse por lo civil. Súria es la localidad natal de Caballol. La petición fue cursada el jueves de la semana pasada, 7 de octubre, según fuentes del juzgado de paz. En el documento, firmado por el juez de paz, constan los nombres de Xavier Novell Gomà, nacido en Ossó de Sió, de 52 años y vecino de Solsona; y Sílvia Caballol Clemente, de 38 años y nacida y vecina de Súria. Como es habitual, el edicto abre un periodo de 15 días para presentar alegaciones si hay algún impedimento legal.
Cabe recordar que el propio Novell participó en la confirmación en Biosca a su pareja el pasado 27 de junio, dos meses antes de presentar su renuncia el 23 de agosto por “motivos estrictamente personales”. Lo hizo en el marco de su periplo por diferentes parroquias de la comarca. Previamente, había consultado la posibilidad de hacerlo y había solicitado permiso al párroco, Fermí Manteca. Este accedió a ello si antes Caballol se preparaba para recibir el sacramento, explicó el sacerdote a este diario. Novell escogió para ello una delas parroquias más pequeñas de la diócesis.
Meses después de la ceremonia religiosa y de la renuncia del obispo a su cargo, la pareja ha puesto en marcha los trámites para contraer matrimonio por lo civil. Novell no ha hecho ninguna declaración pública desde que dejó de estar al frente del obispado de Solsona, un a renuncia inesperada que sorprendió a los sacerdotes de la diócesis.
Caballol, psicóloga y escritora que ha publicado novelas de temática erótica, ya había estado casada anteriormente con un musulmán. Por su parte, Novell ha renunciado a cobrar ningún honorario de la Iglesia, según confirmaron fuentes de la diócesis de Solsona. Lo explicaron en respuesta a algunas informaciones que apuntaban que el obispo emérito seguía cobrando una remuneración de la Iglesia tras su renuncia por amor.
