Qué es la misofonia y por qué los genios la sufren más
La misofonia (fobia a los sonidos o ruidos) se asocia a grandes genios creativos de la historia de la humanidad, según un estudio de la Universidad de Northwestern. Las personas que padecen misofonia no pueden soportar algunos sonidos, sobretodo los procedentes de los cuerpos de otras personas como toser, masticar, respirar o sorber. También otros como “clonc” o “ring”, al utilizar ciertos objetos, pueden incomodar a estas personas e incluso desencadenar en ansiedad y conductas agresivas. El problema está también asociado al trastorno obsesivo compulsivo, que también se ha relacionado a personalidades creativas y geniales.
La palabra “misofonía” fue acuñada en el año 2001 por los neurocientíficos estadounidenses Pawel Jastreboff y Margaret Jastreboff. Se dice que podría afectar al 10% de la población, aunque no está reconocida como enfermedad. También se conoce como Síndrome de Sensibilidad Selectiva a Sonido (SSS) cuando la hipersensibilidad responde a sonidos por debajo de una conversación normal (entre 40 y 50 decibelios).
Un artículo reciente de Psychology Today escrito por un autor que también odia el ruido ha elaborado una lista: Kant, Proust, Kafka, Darwin y hasta Wagner odiaban el ruido. Cuenta que Kant huyó de casa por el canto de un gallo y que Proust revistió su habitación con corcho. También reflexiona sobre cómo los ruidos humanos son más desagradables que los que produce la naturaleza y rescata el fragmento de un ensayo del filósofo Artur Schopenhauer sobre el ruido.
“Los martilleos, los ladridos de los perros y los gritos de los niños son abominables; pero es solo (su énfasis) el chasquido de un látigo lo que es el verdadero asesino del pensamiento", decía Schopenhauer, que defendía que las personas que no son sensibles al ruido “no son sensibles a la argumentación, el pensamiento, la poesía o el arte”.
La creatividad en el mundo real, según los investigadores de Northwestern, puede estar asociada con una capacidad reducida para filtrar información sensorial “irrelevante”. Algunas de estas informaciones irrelevantes pueden ser inspiradoras e incluso los ruidos de la ciudad han servido de inspiración a creadores de música electrónica. Pero para muchos genios o personas con TOC, el ruido es un elemento externo irrelevante que puede paralizar.