Se acabó quitar solo la parte con moho de los alimentos
A veces, no basta con quitar la parte podrida de los alimentos
El acto cotidiano de quitar la parte enmohecida y comer el resto del alimento no es para nada aconsejable. Debido a su pequeño tamaño, las micotoxinas, que son compuestos tóxicos que producen moho, se pueden difundir por todo el alimento, aunque parezca sano.
Se conocen más de 400 micotoxinas producidas por distintas especies de hongos filamentosos, aunque solo una decena se consideran relevantes debido a su habitual presencia en alimentos y a la gravedad de las enfermedades que pueden causar.
Cuando hay una exposición a micotoxinas, no se suelen desarrollar los típicos síntomas gastrointestinales que ocurren con otras toxinas. La aparición de síntomas agudos se relaciona con una ingesta de grandes cantidades de micotoxinas. El mayor riesgo es una acumulación en el organismo y que puede producir efectos crónicos, entre los que se incluye la aparición de tumores. Por ejemplo, la aflatoxina B1 es el agente cancerígeno natural más potente que existe y está asociada al desarrollo del cáncer de hígado.
¿Dónde encontramos micotoxinas?
Entre los alimentos con micotoxinas encontramos los cereales y sus derivados, las frutas y los frutos secos, carne, productos lácteos y un largo etcétera.
Teniendo en cuenta el porcentaje que representan en nuestra dieta, los cereales se consideran la principal fuente de micotoxinas en el ser humano. Sin embargo, no es motivo de alarma, ya que los controles que pasan los alimentos para llegar al mercado libres de micotoxinas son muy exhaustivos. Por esta razón, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda no comprar alimentos en puestos callejeros, porque podría haber mayor riesgo de que presenten micotoxinas.
La seguridad en casa
Es muy importante tener en cuenta que la síntesis de micotoxinas por parte de los hongos también puede ocurrir mientras los alimentos están almacenados en nuestras casas.
Las mejores condiciones para su desarrollo son humedad elevada y temperaturas cálidas. Por tanto, algo tan sencillo como guardar siempre los alimentos en un lugar fresco y seco es una de las mejores medidas para prevenir la aparición de micotoxinas en hogares.
Por último, ante la presencia visible de moho, debemos eliminar el alimento inmediatamente. Aunque el resto del alimento parezca sano, puede estar lleno de micotoxinas que pondrían en peligro nuestra salud al consumirlo.