El CAC analizará de oficio el polémico gag del programa 'Bricoheroes'

El Consell de l'Audiovisual de Catalunya (CAC) analizará de oficio el polémico gag del programa 'Bricoheroes', presentado por Jair Domínguez y en Peyu, según ha confirmado la ACN. El Consell evaluará el contenido, pero también los ámbitos de difusión. El humorista osonenc acusó a TV3 de censurar un chiste "para ahorrarse problemas políticos" y colgó en Twitter una parte del fragmento retirado, en el que se pone en la piel de un supuesto millonario y pide una felación de la reina Letícia.

El tramo final del gag, que se hizo pública posteriormente, también incluía a su hija menor de edad. TV3 negó que sea un caso de censura y dice que se trata de un chiste "manifiestamente machista y misógino, con un punch-line pedófilo".

El programa, del cual se emite la última de las tres temporadas, consta de 60 capítulos y se inscribe en la voluntad de TV3 de ofrecer contenidos innovadores, a base de humor transgresor e irreverente, en el ámbito de los broadcasters, paralelo al canal tradicional de la TDT.

La polémica empezó este domingo con un tuit del mismo Peyu justo antes de la emisión del primer capítulo. El creador lamentaba la "censura" de la "libertad de expresión" aplicada a TV3 en la emisión del primer capítulo de la tercera y última temporada. "Tenemos que acatarlo pero no estamos de acuerdo", apuntaba.

En este sentido, aseguraba que no le era fácil hacer el tuit porque "probablemente" se jugaba el trabajo y "futuros proyectos". "Se nos dijo, que ante la polémica, no convenía hacer ruido," añade.En un comunicado, asegura que el argumento es que el gag es machista y que una televisión pública no lo puede emitir. "Retirar contenido para evitar problemas legales lo puedo entender. Pero no puedo compartir de ninguna manera retirar contenido sólo para ahorrarse problemas políticos. No nos había pasado nunca hasta ahora, y en este sentido quiero agradecer a TV3 que haya sido así", concluye.

Justo después, empezó a circular el chiste completo, que ya hacía referencia a la princesa de España, todavía menor de edad, un fragmento que el Peyu dice que estaban de acuerdo en retirar. En un hilo de tuits, Cristian Trepat, responsable de los programas de Entretenimiento de TV3, defendió la supresión del fragmento por una cuestión de "criterio". "Como televisión pública no podemos aceptar cruzar según qué líneas rojas, tampoco en el humor, ni siquiera amparadas bajo el pretendido paraguas de la libertad de expresión", explicó en un hilo de tuits.

Taladrado niega la censura y cree que, a su entender, los referentes de humor en catalán que se crean a las redes "no pueden construirse desde este contenido chapucero, fuera de tono y más típico de una época felizmente superada".

Según el responsable de entretenimiento de la televisión pública, visionados los primeros capítulos de la tercera temporada, se pidió suprimir un fragmento y "algún running-gag que hacía referencia" en el cual ya no "lo envolvía la supuesta excusa narrativa de parodiar a los millonarios". "Se trata de un chiste manifiestamente machista y misógino. Y, para acabar de arreglarlo, con un punch-line pedófilo, que Peyu no ha colgado, que además no tiene ninguna gracia, porque va en la línea de humor básico del tipo "chupe, caca, culo", especificaba.

Al mismo tiempo, daba la razón a Peyu asegurado que se hizo retirar el chiste "por miedo al ruido", pero no el de la política, sino de las "justificadísimas críticas". "El criterio habría sido lo mismo si el chiste se hubiera hecho con cualquier otra mujer, sea poderosa o no. El chiste es denigrante hacia las mujeres, y tendría que ser ofensivo para todo el mundo", esgrimía.

Finalmente, el responsable de los programas de Entretenimiento de la cadena pública lamentó los tuits del presentador y acusó de hacer una "exposición sesgada e injusta". "Está llena de medias verdades y alguna mentira. Es populista y, conscientemente, nos pone en los pies de los caballos a los profesionales que hemos defendido 'Bricoheroes' en las diferentes comisiones de valoración estos años", remachó. Al mismo tiempo, lamentó que el caso no haya derivado hacia un debate "muy interesante sobre los límites del humor a los medios públicos".