SOS para las personas sin hogar

Más de un centenar de personas llenaron ayer la plaza Paeria de Lleida para denunciar el laberinto burocrático y la brecha digital a la que se enfrentan las personas sin hogar, una situación agravada tras la pandemia. Convocados por las entidades Arrels Sant Ignasi, Càritas Diocesana de Lleida, Fundació Jericó, Les Llars del Seminari y Sant Joan de Déu Terres de Lleida, los participantes en la campaña Sense sortida? Un sistema de protecció social que no protegeix leyeron un manifiesto en el que pidieron unos servicios sociales ágiles y eficaces, que den respuesta a las necesidades de las personas más frágiles, a través de una atención personalizada e integral. En este sentido, reclamaron también un sistema de protección social que vaya más allá de la gestión de servicios, acompañando y siguiendo todo el proceso de los usuarios hasta que mejore su situación.

En este sentido, la director de Arrels Sant Ignasi, Rosa Majoral, aseguró ayer que “la pandemia ha visibilizado aún más las carencias de un sistema que se vio debilitado y falló, pues muchos servicios sociales se paralizaron o se redujeron y no garantizaron una adecuada atención”. En lo que va de año, esta entidad ha atendido de forma directa a unas 1.440 personas, de las que 886 están en situación de sin hogar (viven en condiciones de precariedad), 81 duermen en la calle y 142 son usuarios de alojamientos temporales como albergues, centros de acogida o refugios. Esta última cifra supone un incremento del 40% respecto al año pasado.

En cuanto a las ‘secuelas’ de la Covid-19, que Majoral describió como una crisis económica, sanitaria, social, laboral y digital, aseguró que “hemos detectado un incremento de jóvenes de 18 a 22 años que están sin hogar. Además de recibir más peticiones de ayuda básica como comida y ropa, también hemos registrado más demandas de acompañamiento afectivo y apoyo en todas las cuestiones digitales”. A la lectura del manifiesto, que recalcó que “necesitamos una sociedad que nos cuide y proteja a todos”, le precedió un performance en plasmó las trabas burocráticas las que se enfrenta este colectivo con un laberinto hecho con cajas de cartón y que generó expectación entre los compradores y paseantes que se encontraban en el Eix Comercial.