¿Si me cogen la mochila que me he dejado en el coche me roban o me hurtan?

A menudo utilizamos de manera genérica la palabra “robo” para referirnos al acto delictivo de la apropiación de un bien ajeno, pero eso puede ser incorrecto, ya que no siempre se trata de un robo, a veces puede ser un hurto.

El hurto y el robo implican la sustracción de forma delictiva de un bien ajeno, pero son dos delitos diferentes, ya que jurídicamente son términos diferentes y con consecuencias, legales y económicas diferentes.

Uno hurto es un delito contra el patrimonio y la orden socioeconómico reconocido de los artículos 234 al 236 del Código Penal. Se trata de un delito doloso, es decir, con voluntad, contra la propiedad, que consistente en tomar cosas muebles ajenas con un ánimo de lucro y sin la voluntad o el permiso del dueño legítimo. Su pena es diferente según el valor de la cosa hurtada y además, si se eliminan o inutilizan dispositivos de alarma o de seguridad instalados en las cosas sustraídas. La pena de prisión es de seis a dieciocho meses si la cuantía hurtada es superior a los 400 euros, y de uno a tres meses si es inferior.

En cambio, el robo es un delito contra el patrimonio y el orden socioeconómico regulado de los artículos 237 al 242 del Código Penal, y se trata de un delito doloso que consiste en el apoderamiento de cosas muebles con ánimo de lucro, sin embargo, a diferencia del hurto, utilizando algún tipo de fuerza en las cosas o violencia o intimidación en las personas. Por lo tanto, tiene dos modalidades: el robo con fuerza en las cosas, que se puede realizar para acceder o abandonar el lugar donde se encuentran las cosas; y el robo con violencia o intimidación a las personas, al cometer al delito, a la víctima, a quien socorre a la víctima o sobre los policías.

Por lo tanto, ambos son delitos contra el patrimonio y el orden socioeconómico regulados en el Código Penal que consisten en sustraer un bien mueble sin el consentimiento de su dueño legítimo. Sin embargo, el hurto, a diferencia del robo, se produce sin fuerza, intimidación o violencia. Precisamente por esta característica la pena del robo es más grave que la del hurto.

Planteándonos la pregunta inicial, ¿si me sustraen la mochila que me he dejado en el coche me roban o me hurtan? Pues depende, si el coche está cerrado y la persona fuerza la cerradura y rompe una ventana, se trataría de un robo. En cambio, si nos hemos dejado el coche abierto y el ladrón tan sólo abre la puerta para coger la bolsa será un hurto.