DELITOS ANÁLISIS
Víctimas invisibles y con estigma
L violación que sufrió la semana pasada una mujer que ejercía la prostitución en Lleida volvió a poner de relieve la invisibilidad y la doble y hasta triple victimización que sufre este colectivo. Y es que además de ser víctimas de un delito, se trata de mujeres vulnerables y una parte de la sociedad pone en duda la veracidad de su denuncia. Esto provoca que muchos de estos casos no lleguen a la policía y, en consecuencia, sus autores queden impunes.
Lo dijo la consellera de Igualdad y Feminismos, Tània Verge, tras conocerse el caso de Lleida: “cualquier mujer que haya sufrido una agresión sexual, sea de la edad que sea, tenga el origen que tenga y se dedique a lo que se dedique, tiene derecho a la atención de los servicios de la red especializada”. En este sentido, Verge dijo el pasado viernes en La Seu d’Urgell, a preguntas de este periódico, que “lo que planteamos es un nuevo modelo de abordaje de las violencias sexuales. Próximamente presentaremos uno que implica reforzar los servicios existentes, con una atención especializada”.
Añadió que “hacen faltan nuevas y más potentes acciones de prevención y sensibilización, lo que implica educación sexoafectiva en las escuelas y revisar procesos de denuncia para evitar la revictimización. Es decir, atender todas la situaciones”. En el caso de la víctima de Lleida, la Paeria activó al Equipo de Atención a la Mujer.
Se da la circunstancia de que ya había sido atendida por los servicios sociales por su situación de vulnerabilidad. En este sentido, Mariama Sall, edil de las Personas, afirma que “debemos ofrecer una atención integral y de apoyo, y para ello es clave la coordinación entre instituciones y entidades”. Una de estas entidades es Antisida, que puede ser clave para detectar posibles víctimas.
Marta Melgosa, su directora, explica que “si la detectamos, y siempre que la afectada lo quiera denunciar, la derivamos al organismo competente”. Pese a los esfuerzos, sospechan que muchos casos quedan ocultos por la estigmatización que padecen y acaban siendo víctimas invisibles
“Hay que revisar los procesos de denuncia para evitar una revictimización y atender todos los casos”
¿Qué hizo la Paeria con la víctima de la violación? Además de la actuación policial, se activó al Equipo de Atención a la Mujer para ofrecerle todo tipo de ayuda. Se trata de una persona a la que los servicios sociales del ayuntamiento ya hacían un seguimiento.
¿Con qué herramientas cuenta el consistorio? Tenemos la comisión sobre el trabajo sexual creada en 2008, en la que, además de la Paeria, participan Creu Roja, Antisida, el Colegio de la Abogacía, varias instituciones y los cuerpos policiales. ¿Cuál es el objetivo como ayuntamiento? Que toda la mujer que lo precise tenga las necesidades básicas y sociales cubiertas. Y no solo ellas, porque en algunos casos tienen hijos.
Además, se les presta atención psicológica y se buscan alternativas laborales. En este sentido, es clave el trabajo coordinado con entidades como Antisida. Parece que si la víctima es una prostituta cierta gente cree que el caso es menos grave.
Es un colectivo invisibilizado. Es igual de grave. El problema de estas mujeres es que viven estigmatizadas y encima sufren un castigo social porque no se empatiza con ellas.
Antisida es una entidad esencial para detectar posibles víctimas entre mujeres que ejercen la prostitución. ¿Es así? Sí, es una puerta de entrada. Nosotros no juzgamos a nadie y ofrecemos el acompañamiento que precisan de manera confidencial.
Nuestro objetivo es ser un lugar de referencia para evitar que se sientan solas. ¿Hay un perfil concreto? En la mayoría de casos son mujeres que ejercen en el centro histórico, muchas son migrantes y algunas están en situación irregular. A esto hay que añadir situaciones de precariedad, infravivienda y analfabetismo.
¿Cómo detectan los casos? El mayor problema es que son casos ocultos y no se denuncian. Puede pasar también que sufran violencia por parte de sus parejas. ¿Qué hacen si lo detectan? Nosotros ofrecemos todo el acompañamiento que tenemos a nuestro alcance, siempre respetando la voluntad de la víctima.
Si detectamos un caso y la víctima quiere denunciar, la derivamos a la Paeria o a los Mossos. Debe ser complicado. Es una lucha eterna.
Son víctimas y es triste que haya gente que lo ponga en duda.