Esta es una de las mayores causas de accidentes de tráfico (y multas) en invierno
Conducir con uno o varios neumáticos en mal estado supone un grave riesgo de accidente, en especial en condiciones meteorológicas adversas por lluvia, por hielo o por nieve. Pero además, circular con las ruedas en estado deficiente es una infracción, que comete el titular del vehículo, y que está sancionada con 200 euros de multa por cada neumático en mal estado.
Estas son las características que debe tener el neumático para considerarse en un estado óptimo:
La profundidad del dibujo. Es uno de los primeros aspectos que hay que comprobar de manera periódica. Cada neumático dispone en la banda de rodadura de una especie de testigo que sirve para medir el desgaste del dibujo del neumático, que tiene que tener una profundidad de al menos 1,6 milímetros. Por debajo de esa medida, la circulación está prohibida y es sancionable. Si ese testigo llega al mismo nivel de la cubierta es que la rueda está gastada y hay que cambiarla cuanto antes, ya que circular de esa manera aumenta los riesgos de accidente.
Sin abombamientos ni grietas. Es muy importante verificar si un neumático tiene algún abombamiento o deformación. Puede suceder que incluso con pocos kilómetros haya sufrido algún golpe contra un bordillo o un bache y se haya deformado. Los neumáticos tampoco pueden tener roturas ni grietas. Esas irregularidades también dificultan la conducción con seguridad y también son sancionables.
Camiones y autobuses. En el caso de vehículos de transporte de mercancías o de personas, los responsables son los conductores. Si circulan con más de la mitad de los neumáticos en mal estado pueden ser denunciados por conducción temeraria. Esa infracción grave supone una multa de 500 euros y la retirada de 6 puntos del carné.