Errores que hay que evitar al adelantar un camión
Cuando circulamos cerca de vehículos grandes, tenemos que ser conscientes de que el gran volumen que ocupan estos transportes puede dificultar nuestra visibilidad o maniobrabilidad en ciertas ocasiones. La Dirección General de Tráfico (DGT) recomienda extremar las precauciones y ha compartido una serie de recomendaciones para saber cómo actuar y anticiparnos al peligro cuando compartimos la carretera con vehículos más voluminosos.
Aumentar la distancia de seguridad: Los vehículos pesados necesitan más espacio y tiempo para frenar, sobre todo si van cargados. Así, se exige una distancia de seguridad mínima de 50 metros a los vehículos de MMA superior a 3500 kg (camiones, autocaravanas, etc) y los vehículos o conjuntos de vehículos de más de 10 metros de longitud. Mantener este espacio disminuirá el riesgo de alcance en caso de que el camión tenga que realizar una frenada de emergencia.
Cuidado con los ángulos muertos: Los vehículos pesados tienen más puntos ciegos que los turismos por lo que al realizar maniobras como adelantamientos o cambios de carril debemos asegurarnos de que nos han visto, especialmente si vamos en moto o en bici. Para advertir de nuestra presencia, la DGT recomienda que siempre que sea posible se haga un cambio de luces o un toque de claxon.
En caso de lluvia, circular tras un vehículo pesado cuando llueve puede ser muy incómodo e incluso peligroso por el spray de agua pulverizada que sale disparada de sus ruedas que dificulta nuestra visión. Para adelantar a un camión en estas condiciones, la DGT aconseja que primero aceleres el barrido de los limpiaparabrisas al comienzo de la maniobra, mantengas la dirección firme y el vehículo dentro de su carril durante el adelantamiento.
Adelantamientos complicados. Detrás de estos vehículos la visibilidad disminuye. Por lo que si queremos avanzarlos lo primero es dejar un espacio entre ellos y nosotros para así mantener un campo de visión amplio y sobre todo calcular bien la longitud del camión para saber cuánto tiempo habrá que invadir el carril contrario y la distancia total para realizar la maniobra.
Atención con el viento. Cuando soplan potentes rachas de aire puede producirse el “efecto pantalla”, un fenómeno que se produce cuando hay una interrupción temporal del viento como cuando, por ejemplo, adelantamos un camión. En estas circunstancias dejamos de estar momentáneamente al azote de las ráfagas y el peligro reaparece de golpe justo después de que termina el efecto pantalla cuando las corrientes son laterales.
Más espacio en los giros. Cuando nos damos cuenta que un vehículo voluminoso quiere hacer un giro hay que ponerse en alerta. En estos casos, muy frecuentes en entornos urbanos, los autobuses, por ejemplo, necesitan hacer una maniobra más abierta y consecuentemente ocupar más de un carril al realizar el giro. Siempre hay que permitir y facilitar la maniobra, si es posible cambiando a otro carril, y mantenerse detrás sin ocupar su espacio.