La Iglesia aguanta las pérdidas

Las tres diócesis leridanas registraron pérdidas durante el año pasado, pero fueron mínimas a pesar del gran esfuerzo que llevaron a cabo para poder atender al alud de demandas de ayuda por la crisis social y sanitaria causada por la Covid-19. Según las memorias publicadas en los últimos días, los obispados de Lleida, Solsona y Urgell cerraron 2020 con unos ingresos que superaban los 12,4 millones de euros, lo que supone una caída del 1,26% respecto a 2019. La diócesis del Urgell fue la única que cerró con números positivos, con un aumento del 4,47% hasta rozar los 5,3 millones de euros en ingresos.

Le siguió la de Lleida, con 3,7 millones, un 4,82% menos que en 2019, y en tercera posición se situó la de Solsona, la que asumió más pérdidas, con unos ingresos de casi 3,4 millones de euros, un 5,5% menos que un año antes. Según desgranan en sus memorias, las aportaciones de los fieles (en el cepillo durante las ceremonias religiosas, las colectas o las suscripciones anuales) cayeron un poco más del 7%, hasta un total de 2,6 millones de euros, debido principalmente a las restricciones en las celebraciones que sufrieron los templos para evitar contagios. En cambio, sí subieron las aportaciones a través de la Renta, hasta suponer unos ingresos de 4,7 millones de euros.

En cuanto a los gastos, las memorias muestran un descenso en las acciones pastores, precisamente debido a las restricciones decretadas por la pandemia. De hecho, las celebraciones de bodas, bautizos, comuniones y confirmaciones en el conjunto de las tres diócesis cayeron cerca de un 43% el año pasado. Por ejemplo, se celebraron 116 matrimonios en 2020 frente a los 319 de un año antes mientras que los bautizos pasaron de los 1.458 en 2019 a 568 en 2020.

Más de 17.700 usuarios de ayudas contra la pobreza

Las diferentes entidades de la provincia se han volcado desde el inicio de la pandemia para intentar paliar los efectos de la crisis en miles de hogares leridanos. En esta labor se incluyen los diferentes centros de las diócesis leridanas, que el año pasado atendieron a más de 17.700 personas en diferentes programas para mitigar la pobreza. Concretamente, el obispado de Lleida contó con 37 centros en los que atendieron a un total de 10.978 personas.

En el Urgell, con 13 centros, se atendieron a 3.401 personas, y en Solsona, a 3.386 usuarios en 21 centros. Càritas sigue constatando que la pobreza se ha cronificado y que la situación de las familias sin recursos se ha agravado. Las entidades diocesanas de Lleida, Urgell y Solsona tuvieron que destinar un 25% en ayudas económicas para dar respuesta a las necesidades básicas de 4.000 hogares de la provincia.

Asimismo, según las memorias, llevaron a cabo atenciones en materia laboral, rehabilitación de drogadicción, residencias, discapacidad y otros colectivos. También se han llevado a cabo otras iniciativas, como el fondo contra la Covid creado por el obispado de Lleida con aportaciones propias, de sacerdotes y fieles para proyectos sociales.