Los trucos de las tiendas online para el Black Friday
Las páginas web recurren a estrategias orientadas a animarte a comprar más productos, contratar servicios no deseados, o facilitar datos personales. Un grupo de investigadores de la Universidad de Princeton ha realizado un amplio estudio y han identificado 7 grupos prácticas, que denominan “patrones oscuros”:
1. Sobrecostes disimulados
Consiste en añadir productos o costes adicionales en el proceso de compra, o incluir en el contrato otros servicios como suscripciones no deseadas. El comprador no lo ha solicitado ni está oculto, pero muchas veces no nos fijamos, por ejemplo al comprar un ordenador a veces viene seleccionada por defecto la compra adicional de un accesorio o un seguro de rotura. La OCU señala otros casos: En las compras de billetes de transporte, cuando "camuflan" un seguro no solicitado e innecesario; los conceptos identificados como gastos de mantenimiento o de gestión en los últimos pasos del proceso de compra o las suscripciones a un servicio, gratuito un mes y en los siguientes el precio mensual es más elevado.
2. Urgencia para comprar
Es habitual encontrar ofertas donde hay una cuenta atrás, o indican un periodo de tiempo determinado antes de que expire. Otra variante es el indicar el limitado número de unidades del producto en stock. En ambos casos el objetivo es generar en el comprador una necesidad de urgencia para no perder la “oferta”. Las promociones “puntuales” del Black Friday, Cyber Monday, Límite 48 horas… son otros ejemplos de esta práctica.
3. Confusión
Es habitual usar un lenguaje poco claro, “Deseleccione esta opción si quiere recibir notificaciones”, o que apele a las emociones: “No gracias no quiero beneficiarme de la oferta”.
4. Te 'ayudan' a elegir
Es bastante común recurrir a otras técnicas, visuales sobre todo, para incitarte a la opción más cara de un producto: más grande, más visible, mejor imagen... También buscan hacer gastar más, preseleccionando otros componentes que proponen y que, siempre a juicio del vendedor, serían el complemento pefecto, cuando no necesario, para tu compra: una tarjeta o un jarrón que acompañan a las flores; un accesorio imprescindible para tu último dispositivo...
5. Aprobación social como argumento de ventas
Nos importa la opinión de los demás: si un producto está bien valorado o gusta a más personas, nos sentimos más motivados a comprarlo. Así, es frecuente que las tiendas online incluyan: Anuncios con información indicando cuántas personas han visto o han comprado el producto; otras veces son mensajes de otros supuestos compradores hablando positivamente del producto adquirido.
6. Obligación de registrarse
En algunos sitios web no es posible ni siquiera ver las ofertas (obviamente, mucho menos comprar artículos) a menos te registres previamente. El objetivo es tener información sobre nosotros, conocer nuestros datos y forzarnos a recibir información comercial incluso si no queríamos.
7. Dificultad para darse de baja
En algunas páginas realizar una acción determinada es mucho más fácil que deshacerla: es típico que sea fácil suscribirse, pero cancelar dicha suscripción es más complicado. Lo que pretenden es hacerte desistir y que sigas registrado o de alta.
También en las tiendas físicas se recurre a todo tipo de trucos para incentivar el consumo: productos tentadores en la línea de cajas, los más caros en los lineales más fácilmente accesibles, promociones con gato encerrado, indicación confusa de precios…