Por qué no hay que jugar con un perro a tirarle una pelota

Una pelota de tenis vieja es uno de los juguetes más utilizados a la hora de hacer correr y jugar a una mascota, especialmente a un perro. Admite varias formas de juego, desde lanzársela y que vaya a por ella hasta hacer que bote y la intente coger en el aire pasando por que te la intente quitar. Sin embargo, este no es el juguete más indicado para un perro.

Una pelota de tenis es un objeto que no está preparado para ser mordido por lo que puede dañar el esmalte de los dientes, bloquear las vías respiratorias e incluso generar obstrucciones en el intestino.

Tambén hay que tener en cuenta la característica superficie de pelusa amarilla con la que está recubierta una pelota de tenis. Un grupo de veterinarios de Colorado (Estados Unidos), ha advertido del riesgo que supone que los perros mastiquen este material. Señalan que el recubrimiento amarillo puede "actuar como una fina lija en el esmalte de los dientes", el cual podría irse desgastando, pudiendo provocar con ello obstrucciones en los intestinos.

Además, los materiales con las que están hechas estas pelotas, concretamente el plástico, que los perros muerden podría hacer que algún pedazo se meta en la parte posterior de la garganta bloqueando las vías respiratorias. "Los pedazos de goma pueden atascarse en el tracto intestinal, lo cual es una situación de emergencia que requiere una urgente intervención quirúrgica", señalan los veterinarios.

Teniendo en cuenta todos estos riesgos, los expertos recomiendan comprar juguetes especializados para los perros, diseñados y fabricados a partir de materiales inocuos para su salud.