Ésta es la principal razón de los no vacunados para justificar su decisión
El 71,9 por ciento de los españoles que no se ha vacunado contra la COVID-19 señala como principal motivo que las vacunas "se han desarrollado muy rápido, no son seguras o están en fase experimental", según recoge una encuesta del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) en el marco del estudio COSMO-Spain de conocimientos y percepción social de la pandemia. Estos resultados iniciales, que serán consolidados y reforzados con un estudio complementario, se basan en el análisis de 2.312 respuestas obtenidas entre el 1 y el 19 de octubre mediante un cuestionario 'on line' lanzado a través de WhatsApp y distintas redes sociales como Facebook, Twitter y LinkedIn.
De las 2.312 personas que completaron la encuesta correctamente, el 89 por ciento dijo no tener la pauta completa. De éstos, 1.998 participantes no se habían puesto ninguna dosis de la vacuna; 53 personas (3%) se había puesto una sola dosis pero no pensaba ponerse la segunda, y 11 participantes (0,5%) tenían una dosis y estaban a la espera para ponerse la segunda.
El motivo más mencionado entre las personas que se habían puesto una dosis pero no pensaban ponerse la segunda es "haber tenido muchos efectos adversos con la primera dosis" (44 por ciento), seguido de "haber pasado ya la enfermedad" (22 por ciento).
Entre quienes no se habían puesto ninguna dosis, la segunda razón más citada, por el 48 por ciento de los encuestados, es que "las vacunas son malas para la salud y me preocupan sus efectos secundarios", seguida de "las vacunas son un negocio" (44 por ciento); "estoy sano y no necesito vacunarme" (41 por ciento) y "las vacunas contra la COVID-19 no funcionan" (41 por ciento).
Otras razones citadas son "el coronavirus no existe o las vacunas son un engaño" (12 por ciento). Un 9 por ciento también citó "he pasado la enfermedad y por lo tanto estoy inmunizado", un porcentaje que también se obtuvo para la razón "no me voy a contagiar". Con un 8 por ciento aparece "no lo hago por problemas de salud o indicación médica" y con un 7 por ciento o inferior, otras razones citadas son "no creo en las vacunas en general", "tengo motivos religiosos o éticos" y "solo creo en la medicina natural".
RAZONES MÁS MINORITARIAS
Finalmente, los motivos citados de manera más minoritaria, con un 5 por ciento o menos entre los encuestados, para no vacunarse son "desconfianza en la información y en las farmacéuticas" (4 por ciento); "estar embarazada" (3 por ciento); "no me gusta que me presionen/obliguen" (2 por ciento); "me queda lejos el centro de vacunación" (2 por ciento); "tengo problemas administrativos" (1 por ciento); "tengo miedo a perder el trabajo" (1 por ciento) o "prefiero esperar" (1 por ciento).
EL 60% DE LOS NO VACUNADOS NO LO HARÁ
Casi el 60 por ciento de las personas encuestadas que no se ha vacunado respondió no tener intención de vacunarse en el futuro, mientras que un 33 por ciento no estaba seguro y un 8 por ciento apuntaba que sí tenía intención de vacunarse más adelante.
A las 813 personas con dudas o con intención de vacunarse más adelante, se les preguntó en qué circunstancias se vacunarían. La mayoría (66 por ciento) indicó que se vacunará "cuando pase un tiempo y compruebe que la vacuna es segura"; el 24 por ciento se vacunará "si puedo elegir la vacuna" y el 16 por ciento "cuando necesite estar vacunado para poder viajar".
Un 9 por ciento contestó que lo hará "cuando haya disponibilidad de otra vacuna" más segura y eficaz, con virus atenuado, intranasal, española, etc.; y un 5 por ciento mencionó que se vacunará "cuando me aseguren que acudir al centro de vacunación no tendrá consecuencias legales" y "cuando se tenga más información sobre los efectos secundarios y estos sean menores".
PERCEPCIÓN BAJA SOBRE LA GRAVEDAD DE LA COVID-19
Los resultados del estudio también muestran la percepción de la gravedad de la enfermedad en caso de contagiarse de COVID-19. Entre las personas que no se han vacunado esta percepción de gravedad es baja, aunque los resultados no son muy diferentes de los obtenidos en la última ronda de la encuesta COSMO-Spain.
El porcentaje de la población no vacunada que piensa que la enfermedad sería 'grave o muy grave' en caso de contagio es del 27 por ciento, tres puntos más que en la población general (24 por ciento).
Además, las medidas preventivas y de protección que la población no vacunada refiere practicar con más frecuencia son similares a las de la población general, aunque con una adherencia muy inferior. Por ejemplo, utilizan menos la mascarilla cuando está recomendada (64 por ciento entre no vacunados y 95 por ciento en población general); ventilan menos en espacios cerrados (59 por ciento vs 94 por ciento); cuidan menos la higiene de manos (47 por ciento vs 90 por ciento); evitan menos los lugares concurridos (40 por ciento vs 85 por ciento); y cumplen menos la distancia de seguridad (37 por ciento vs 87 por ciento) y evitan menos las reuniones sociales/familiares (15 por ciento entre no vacunados vs 69 por ciento en la población general).
Por otro lado, la facilidad percibida para encontrar, comprender, evaluar y aplicar la información relativa al SARS-CoV-2 y la COVID-19 es en general baja. En un rango de 1 ('muy difícil') a 4 ('muy fácil'), la media es inferior a 3 para todos los casos propuestos y está por debajo de las medias de la población general.
La búsqueda de información entre personas no vacunadas también es baja: un 60 por ciento indica que 'nunca o casi nunca' consulta información sobre el coronavirus, un 20 por ciento más que en la población general. Además, su nivel de confianza en la información sobre COVID-19 y las fuentes que la ofrecen también es baja, con datos también inferiores a los de la población general.
Finalmente, la población que no se ha vacunado o no piensa completar la pauta de vacunación se muestra bastante en desacuerdo con las medidas tomadas en España para reducir la propagación del coronavirus: un 77 por ciento considera que las decisiones que se han tomado "no han sido adecuadas" y un 62 por ciento opina que "han sido exageradas", frente a un 29 por ciento y un 16 por ciento, respectivamente, en la población general.