Tres estudiantes leridanos fabrican un monoplaza de Fórmula 1 para competir a nivel mundial con otras universidades

Diseñar, simular y construir un coche monoplaza para carreras al estilo de la Fórmula 1 y competir a nivel mundial. Es lo que hacen cincuenta estudiantes de la Escola Universitària Salesiana de Sarrià (EUSS), adscrita a la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB). Entre ellos hay tres de Lleida: Gemma Coma, Andreu Batalla y Gabriel Predescu.

Su equipo de llama EUSS Motorsport. Se fundó en 2017, inspirado en el eslogan “engineering by racing”, y pretende formar, reforzar y mejorar la educación de los estudiantes creando y desarrollando un coche de carreras. Este es el quinto año que EUSS participa en el Formula Student, una competición automovilística a nivel mundial donde participan más de 800 equipos universitarios.

Tiene tres categorías: la de combustión (motor con gasolina), motor eléctrico y driveless (conducción autónoma). EUSS Motorsport participa en la de combustión, por lo que lo conduce una persona.“Construimos el Fórmula 1 desde cero, buscando productos que hay en el mercado y los adaptamos a los componentes que necesita el monoplaza, con el objetivo de formarnos como ingenieros”, explica Gemma, que junto a Gabriel, es el segundo año que forman parte de este proyecto. El verano pasado participaron en el Red Bull Ring, en Austria, y el equipo consiguió la posición número 17 de 27, además de ganar el segundo premio en materia de economía de combustible.

“Eso confirma que el coche es muy eficiente”, afirma Gemma.Actualmente, el equipo se encuentra en la fase final del diseño del monoplaza para después empezar a fabricarlo. “En el Formula Student exponemos todo el proceso de construcción y cómo lo produciríamos en masa”, explican. Pero para ello, disponen de un presupuesto de 15.000 euros y en la competición participan equipos con un millón de euros de presupuesto.

“Buscamos sponsors y financiación para sacar adelante el proyecto, por lo que si alguien está interesado en ayudarnos, tenemos las puertas abiertas”. Para Andreu es su primer año. Afirma que “me gustan estos proyectos porque se hacen desde una visión laboral, distinta a la de los estudios, y aprendes cosas que también te pueden servir para la universidad”.

Por su parte, Gabriel dice que “el objetivo es ir mejorando cada año yendo a las competiciones y recibiendo el feedback de los jueces”. Mientras, Gemma cree que “aprendes a trabajar en equipo para cuando entremos en el mundo laboral y es muy enriquecedor”. Los tres subrayan que “los valores que definen el equipo permiten un desarrollo exitoso del proyecto” y que “se refleja en el trato entre los estudiantes, en el comportamiento hacia las personas y empresas que colaboran con nosotros, así como con el personal universitario que nos asesora en este proyecto”.