Un 20 por ciento de padres confiesa que no vacunará a sus hijos menores

La mayoría de los padres, un 60 por ciento, está seguro de que vacunaría "mañana mismo" a sus hijos menores de 12 años, frente a un 20 por ciento que admite dudas, y un 20 por ciento que tiene claro que no les pondrá la vacuna.

Así se desprende de la novena ronda de la encuesta COSMO-Spain elaborada por el Instituto de Salud Carlos III sobre la percepción ciudadana sobre la pandemia.

La encuesta, realizada entre el 30 de noviembre y el 13 de diciembre, momento en el que se comenzó a vacunar a los niños menores de 12 años, refleja un aumento de la confianza general en las vacunas, de modo que solo un 2 por ciento de adultos mantiene que no quiere vacunarse.

La preocupación general respecto al coronavirus ha subido ligeramente con respecto a la anterior oleada de la encuesta.

El 44 por ciento indica que les preocupa "mucho/muchísimo", frente al 39 por ciento de la ronda anterior.

La sensación de que el virus se propaga rápido también ha aumentado y un 60 por ciento de la población dice sentir que se propaga "muy rápido" frente al 28 por ciento anterior. También crece el porcentaje de personas que piensa que tiene muchas probabilidades de contagiarse -22 frente al 17 por ciento de la anterior muestra-.

La confianza en la vacunación sigue subiendo y crece la intención de vacunarse en el caso de que las autoridades sanitarias recomendaran una dosis adicional de la vacuna -el 93% indica que se la han puesto o se la pondrían-.

Con respecto a la adherencia a las medidas preventivas, sigue siendo elevada pero se aprecia un ligero descenso en varios comportamientos; las medidas que más se practican siguen siendo usar la mascarilla según lo recomendado y de forma correcta en el interior de bares y restaurantes, ventilación e higiene de manos, junto con no visitar a familiares o amigos en cuarentena.

También se mantiene el acuerdo con las decisiones tomadas en pandemia y aumenta el porcentaje de personas que piensan que no han sido exageradas y se observa un descenso en el acuerdo con el final de ciertas medidas, como las restricciones al ocio nocturno y la no obligatoriedad de la mascarilla en exteriores.