Ocho pescados que hay que consumir con moderación
Los peces, moluscos y crustáceos tienen una tendencia natural a almacenar metilmercurio en sus órganos. El mercurio llega al mar por el aire o por el subsuelo y se introduce rápidamente en la cadena alimenticia de los animales marinos. Se incorpora al organismo de los grandes peces tras comerse a los más pequeños, que lo consumen en el plancton y así continúa de acuerdo a la cadena alimenticia.
El consumo de pescado y marisco contaminado con este elemento tóxico es la vía principal de exposición y, por ello, se recomienda conocer cuáles son las especies que pueden contener una mayor cantidad de metilmercurio y así evitar riesgos para la salud. Los pescados con contenido alto en mercurio son:
- Lucio
- Tintorera
- Pintarroja
- Marrajo
- Cazón
- Tiburón
- Atún rojo (Thunnus thynnus)
- Pez espada /Emperador
El problema del mercurio consumido a través de moluscos y peces es que este contaminante se añade al organismo de los seres humanos con sus efectos nocivos. Habitualmente, la cantidad suele ser ínfima y poco peligrosa, pero si el consumo de este tipo de alimentos es frecuente puede causar problemas, ya que puede afectar al sistema nervioso central. Para reducir riesgos, las recomendaciones de los expertos son que los menores de 10 años y las mujeres encintas o lactantes eviten el consumo de especies con alto contenido de este metal pesado.
Para el resto de la población adulta, se puede fragmentar en tres o cuatro raciones semanales. En el caso de los peces y mariscos con contenido medio o bajo se mantiene para la población vulnerable el consejo de excederse de tres o cuatro raciones a la semana procurando alternar siempre especies de pescado blanco y azul. En general, conviene escoger preferiblemente pescados menos proclives a la contaminación con el mercurio, especialmente peces de talla pequeña, no predadores.