Alimentos que no hay que guardar en la puerta del frigorífico
Aunque los frigoríficos modernos funcionan con sofisticados sistemas de ahorro de energía y funcionan muy bien, siempre hay que tener cuidado con la conservación de los alimentos. La temperatura ideal debe fijarse, por regla general, entre 3 y 4 grados centígrados, para permitir una refrigeración eficaz.
Lo que quizás poca gente sabe es que el aire frío tiende a desplazarse hacia los estantes inferiores del aparato. Al mismo tiempo, los estantes más altos son los más cálidos. La parte más sensible es la puerta y sus estantes. Es precisamente aquí donde debemos evitar almacenar ciertos tipos de alimentos y productos, especialmente los fácilmente perecederos.
Por lo tanto, la leche fresca, el queso fresco y los productos lácteos en general, la fruta y la verdura también se encuentran entre los productos más delicados y deben almacenarse preferentemente en el cajón correspondiente y no en los estantes de la puerta. Colocar la lecha abierta en la puerta de la nevera no es una buena idea, sobre todo si se abre mucho. Se trata de un alimento muy sensible y de fácil contaminación al que los cambios de temperatura no le sientan nada bien. Podemos aprovechar estos estantes junto a la puerta para las bebidas que no queramos tomar muy frescas, huevos, mermeladas y salsas.