Constatan un incremento de fobias sociales y trastornos de ansiedad en jóvenes

El auditorio del Centre de Cultures i Cooperació Transfronterera del campus de Cappont de la Universitat de Lleida acogió ayer la jornada ‘Joves i Salut Mental. Acollir i acompanyar el jovent en moments de crisi’. En el encuentro, organizado por la Paeria, participaron adolescentes que compartieron sus inquietudes y problemáticas vitales, así como profesionales que constataron que la pandemia ha hecho aflorar problemas que ya existían en el colectivo y ha acentuado los trastornos de ansiedad, las fobias sociales y la adicción a las pantallas.

Así lo aseguró la educadora educativa Alba Escolar, quien reconoció que hay trastornos relacionados con la salud mental que “ya se daban en la adolescencia” pero que la pandemia “ha aumentado tanto en intensidad como en el número de afectados”. Explicó que este incremento también ha repercutido en la presión de los profesionales para atender al alumnado, por lo que pidió más recursos y ampliar el trabajo en red. Por su parte, el psicólogo, educador y periodista Jaume Funes reconoció que a raíz de la pandemia los jóvenes han descubierto que tenían sentimientos y vivencias desconocidas.

Aunque reconoció que los adolescentes tienen más capacidad que los adultos para adaptarse, “se han preguntado dónde podían encontrar la felicidad y no podemos ignorarlos”. Es por ello que Funes reclamó que, además de los aspectos epidemiológicos, “hay que tener en cuenta otros aspectos que afectan a la salud como la necesidad de recibir estímulos o de ser felices. La salud es algo más que la no enfermedad”, concluyó.

A la jornada, que comenzó con un pequeño sketch teatral sobre las inquietudes de los jóvenes y que abordó cuestiones como la muerte o el suicidio, también participó el alcalde Miquel Pueyo, quien destacó que desde la Paeria se ofrece orientación a personas con problemas de salud mental o de drogodependencias.

Aumentan a 2,7 millones los jóvenes en exclusión social por la Covid

Ser joven es uno de los factores de exclusión social que ha sacado a la luz la pandemia de la Covid-19, que después de casi dos años ha dejado a 2,7 millones de jóvenes de entre 16 y 34 años, según el informe Evolución de la cohesión social y consecuencias de la covid-19 en España, de la Fundación Foessa. En 2021 se sumaron más de 650.000 nuevas personas jóvenes (16-34 años) a la exclusión, la mayoría en situación severa, lo que supone 500.000 más con respecto a 2018 y elevan a un total de 1,4 millones de jóvenes en situación severa.

A nivel generacional, la tasa de exclusión de la población menor de 30 años es algo más de tres veces superior a la de la población mayor de 65 años y la tasa de exclusión severa se llega a multiplicar por cinco entre ambos grupos etarios. En la misma línea, uno de los últimos informes del Observatori Català de la Joventut sobre las consecuencias de la Covid-19 revela que el 68% de los jóvenes encuestados que ya eran vulnerables antes de la crisis sanitaria declaran que su economía ha empeorado. Este porcentaje se reduce al 39% en el caso de las personas que vivían con menos dificultades antes de la pandemia.

Entre las causas que han llevado a esta situación está la profundización de las desigualdades en el mercado laboral en términos de edad puesto que, en el momento de la encuesta (a mediados de 2020), hasta el 43% de la población activa de entre 16 y 29 años se encontraba en el paro o en suspensión temporal de la ocupación .Los resultados también muestran que el colectivo es el que ha vivido el confinamiento con más dificultades y el que menos capaz de afrontarlo satisfactoriamente. En las comarcas leridanas, el paro juvenil, hasta los 29 años, aumentó cerca de un 40% el año pasado y en 2020, siete de cada diez nuevos parados en la provincia respecto a 2019 eran jóvenes.