Jardinería con valor social

Contribuir a la recuperación de una variedad autóctona de fresa y descubrir, por el camino, valores tan importantes como la paciencia, el respeto y la perseverancia. Esto es lo que llevan haciendo desde hace unos meses los menores internos en el centro de justicia juvenil El Segre del departamento de Justicia de la Generalitat donde, a través de los talleres de jardinería, cultivan doscientas plantas de fresas originarias de L’Horta de Lleida con el compost que ellos mismos producen. El objetivo no es otro que plantarlas esta primavera en dieciséis escoles bressol de la ciudad para que los más pequeños conozcan de cerca esta fruta.

César, alumno del Programa de Formación e Inserción (PFI), es uno de los jóvenes participantes en el proyecto y asegura que “ahora sé utilizar herramientas que antes ni conocía, pero también he aprendido a esperar, hacer las cosas con más calma y a estar en paz conmigo mismo”. En esta misma línea se expresan Manuel y Luis, quienes explican que en el taller llevan a cabo todo el proceso de cultivo, incluida la elaboración del compost y el sustrato. En el taller “he descubierto desde cero el mundo de la jardinería y estoy muy contento.

En el futuro me gustaría dedicarme a esta profesión”, asegura Luis. Por su parte, la directora general de Ejecución Penal en la Comunidad y de Justicia Juvenil, Susagna Roura, realzó la importancia de este tipo de talleres, que “pretenden que los jóvenes se reinserten en la sociedad habiendo adquirido unos hábitos laborales. Todo ello poniendo el foco en programas educativos que trasmiten valores como la solidaridad, el respeto y la constancia”.

En el centro El Segre hay actualmente 35 menores de entre 14 y 15 años en régimen judicial de internamiento que disponen de talleres formativos de fontanería, hostelería y jardinería, así como un programa ocupacional de serigrafía.