La Covid sigue ocultando el cáncer

El efecto claramente nocivo que tuvo la pandemia en la detección y el tratamiento del cáncer durante el 2020 no ha acabado de desaparecer el 2021. La detección de tumores en Catalunya el pasado año siguió por debajo de los niveles pre pandémicos de 2019. Coincidiendo con el Día Mundial contra el Cáncer, el departamento de Salut publicó que en 2021 se diagnosticaron en Catalunya 32.967 nuevos casos de cáncer, un 2,6% menos que los detectados en 2019.

Aun así, la realidad podría ser todavía más preocupante puesto que la Asociación Española contra el Cáncer aumentó la cifra hasta los 45.147 nuevos casos, 2.658 en Lleida. Según los datos facilitados por Salut, los nuevos casos del cáncer de colon, recto y ano, mayoritarios entre la población catalana, en el 2021, fueron 4.757, un 5% menos que en 2019, mientras que en cuanto al cáncer de mama, el tumor más frecuente en mujeres, el número de nuevos diagnósticos fue un 3,7% inferior, 4.960 casos. En cuanto a la atención oncológica tanto en hospitales como en consultas externas y hospitales de día, el pasado año se recuperó la actividad oncológica con 66.583 primeras visitas en hospitales y 411.000 en consultas externas, y se registró un aumento superior al 500% en cuanto a las visitas oncológicas telemáticas.

Por su parte, la Associació Contra el Càncer de Lleida instaló ayer una mesa informativa en la plaza Ricard Viñes para dar a conocer su campaña Iguals? en la que denuncia las desigualdades relacionadas con el acceso a entornos saludables, al diagnóstico precoz y a las curas paliativas. Según explicó a SEGRE la gerente de AECC Lleida, Eva Figuera, en las comarcas leridanas “el código postal afecta más que el código genético para enfrentarse al cáncer”. “Es necesario que demos visibilidad a este problema territorial que padece nuestra provincia y del que no todo el mundo es consciente e intentar trasladarlo a las instituciones para reflexionar sobre la necesidad de aplicar las ayudas de una forma personalizada en función de la necesidad y la situación personal de cada paciente”, añadió Figueras.

Uno de cada cinco pacientes, tratados tarde

Tras dos años sufriendo anemia, el marido de Mari Carmen de Arcos, de Lleida, fue diagnosticado de leucemia en unos análisis rutinarios. El 7 de diciembre de 2020 fue ingresado en el Hospital Vall d’Hebron con el aviso de que si no recibía un transplante de médula no podría salvar su vida. “Estuvimos viviendo en Barcelona durante cuatro meses.

Hasta su ingreso, mi marido trabajaba a media jornada y yo recibo una pensión, por lo que nuestra situación no nos permitía pagar el alojamiento. La Fundació Josep Carreras y la Associació Contra el Càncer asumieron los gastos del alquiler y desplazamientos”, explicó a SEGRE de Arcos. Además del débil estado de salud de su marido, la situación de pandemia obligó a extremar las medidas de seguridad, por lo que mientras estuvo ingresado el contacto fue, únicamente, a través de videollamadas.

“Vivimos momentos muy complicados psicológicamente y desde la asociación me ayudaron mucho con terapia. Las instituciones públicas deberían destinar más ayudas a pacientes y las familias, no elegimos sufrir la enfermedad pero queremos poder luchar contra ella”, señaló.

Diseñan nanocápsulas contra el cáncer

Uno de cada cinco pacientes de cáncer en Europa no ha recibido a tiempo el tratamiento que necesitaba a causa de la Covid-19.

Eso es lo que apunta un informe elaborado por la comisión especial de Lucha contra el Cáncer de la Eurocámara, que subraya que durante los primeros seis meses de pandemia se dejaron de hacer 100 millones de pruebas de detección de cáncer en Europa, un hecho que se tradujo en un millón de casos sin diagnosticar.