Jóvenes en situación de exclusión social rehabilitan pisos a cambio de un alquiler asequible

En Catalunya, tres de cada diez personas tienen dificultades para conseguir un hogar, y la cifra aumenta si hablamos de jóvenes: uno de cada cuatro no encuentra trabajo y el 26% no puede emanciparse por cuestiones económicas hasta los 29 años, según el Consell Nacional de la Joventut de Catalunya. “Con un simple vistazo por el centro histórico de Lleida se ven muchas viviendas que llevan vacías desde hace años, mientras que hay jóvenes que no pueden acceder a un alquiler porque los precios son prohibitivos”, explica Èric Morros, uno de los creadores de Obrint Portes. Convencido de que hay alternativas, Morros creó la asociación Obrint Portes para promover la masovería urbana.

Es decir, la cesión de uso de una vivienda por parte de la propiedad a cambio de rehabilitarla, mantenerla en buenas condiciones y pagar un alquiler asequible. En 2020 iniciaron un proyecto piloto junto a la Empresa Municipal d’Urbanisme de Lleida por el que 10 jóvenes en riesgo de exclusión entraron a vivir en cuatro hogares ubicados en La Bordeta y la Mariola a cambio de rehabilitarlos. Una vez finalizados estos trabajos, la asociación buscó pisos particulares para ampliar su campo de actuación.

Por ahora han encontrado una propiedad en la que ya residen 4 jóvenes tras rehabilitarla y esperan que más propietarios se interesen en participar en esta iniciativa.

“Todos merecen una oportunidad”

Montse Forns ha participado con la cooperativa. “Conocimos el proyecto por casualidad.

Nos explicaron su proyecto y cedimos una propiedad que teníamos cerrada. Tener una casa supone un esfuerzo y este es un buen método para que los jóvenes lo aprendan”, explicó.