Bélgica acuerda la semana laboral de 4 días
El Gobierno belga llegó este martes a un acuerdo para la reforma del mercado laboral que incluye la posibilidad de concentrar la semana de trabajo en cuatro días o flexibilizar los horarios para “dar más libertad a los trabajadores”, dijo el primer ministro belga, Alexander De Croo. Este acuerdo persigue el objetivo de flexibilizar el mercado de trabajo para que Bélgica llegue a una tasa de empleo del 80 % de aquí a 2030.
De Croo explicó en una rueda de prensa que han tenido en cuenta las lecciones aprendidas durante la pandemia, en la que el teletrabajo ha sido obligatorio o ha estado fuertemente recomendado y ha llevado a los empleados a nuevas situaciones de conciliación.
El vice primer ministro y titular de Economía y Empleo, el socialista francófono Pierre-Yves Dermagne, indicó en su perfil en Twitter que el pacto contiene “avances concretos para todos los trabajadores”. En concreto, señaló que se refuerza el derecho a la formación, se protege mejor a los trabajadores de plataformas digitales (como Uber), se dan más garantías para conciliar la vida profesional y familiar y se impulsa el empleo.
Una de las principales medidas que contempla el acuerdo es que los trabajadores puedan elegir la posibilidad de concentrar su horario laboral en cuatro días a la semana, de manera que podrían disfrutar al quinto de una jornada libre. Los empleados podrán optar también por un régimen semanal variable, trabajando más horas una semana y teniendo más tiempo libre a la siguiente. En ambos casos, es el empleado el que tiene que solicitar esas fórmulas de trabajo. Además, los trabajadores con horarios variables deberán conocer su horario al menos siete días antes.
Por otra parte, el pacto prevé facilitar a las empresas de comercio electrónico el empleo vespertino (entre las 20.00 horas y la medianoche), para proteger mejor a los trabajadores de plataformas como Uber o Deliveroo.
Otro aspecto del acuerdo es la extensión del derecho a la desconexión fuera del horario laboral, de manera que los empleados no tengan “presión por responder a mensajes o correos electrónicos”.